Las voces que aseguraban en los corrillos políticos la permanencia de Ulises Bravo Molina al frente de Morena en el estado de Morelos, al menos hasta el 2026, se quedaron sin argumentos para seguirlo sosteniendo. Junto con los otros comités estatales, el local habrá de renovarse en noviembre de este año.
Tras la visita de los líderes nacionales, Luisa María Alcalde Luján y Andrés Manuel López Beltrán, presidenta y secretario de organización, respectivamente, acompañados de otros miembros de la plana mayor del partido mayoritario en México, las fisuras entre los liderazgos, las inconformidades de la militancia y los resentimientos contra la actual dirigencia se hicieron patentes.
Un notable cambio de ánimos se vio y escuchó al mismo tiempo de ser presentado Bravo Molina como “presidente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Morelos”, exacerbado durante su breve mensaje a los presentes. El delegado en funciones de presidente, que es en realidad el cargo que habrá de dejar en próximas fechas, recibió abucheos y demandas de su inmediata renuncia. Las protestas no pasaron a mayores, pues los asistentes que intentaron cruzar las vallas que los separaban del presídium fueron contenidos por la instrucción de volver a sus asientos. Pero los gritos de protesta prosiguieron.
En su intervención, Carolina Rangel Gracida, secretaria general nacional del partido, confirmó la renovación de las carteras vacantes en los comités estatales y anunció la próxima publicación de la convocatoria correspondiente. Eso significa, que Morena Morelos deberá cubrir las vacantes de la presidencia y de la secretaría de organización, además de otras que seguramente serán incluidas.
Como no habrá renovación de los consejos estatales, y según las reglas que impone el estatuto de Morena, serán los mismos que hoy lo componen quienes elijan a la próxima o alpróximo dirigente estatal, de entre sus miembros, a menos que en la convocatoria, bajo algún argumento especial, se permitiera algo diferente. Si así lo confirma la convocatoria, la lista de posibles aspirantes sería muy reducida.
Las rupturas entre los diferentes grupos morenistas, producto de los procesos para la selección de candidaturas en el reciente proceso electoral, llevarán a una reconfiguración de las lealtades y los acuerdos en Morelos. Ulises Bravo, encima del repudio manifestado ayer en su contra, ya no tendría la posibilidad de formar parte en la sesión del consejo, por no ser uno de sus miembros. De querer influir en algún sentido, tendría un escenario adverso, con muy pocas posibilidades de impulsar a alguno de sus cercanos.
Pero eso no es todo. El fin de la era del control del partido por parte de los Blanco Bravo se extiende aun más. Alcanzará también a quienes fueron sus incondicionales y que no son parte de quienes acompañaron y respaldaron al expresidente, Andrés Manuel López Obrador, desde la fundación de Morena y se sumaron apenas para participar en el proceso electoral de este año. Los morenistas los tienen muy bien identificados.
Como cereza del pastel, aunque la gobernadora, Margarita González Saravia, se mantuviera completamente al margen de las decisiones partidarias, los miembros del consejo estatal, sabiendo del fuego amigo al que estuvo sometida, no pueden permitirse que llegue a la dirigencia alguien que, en lugar de unir a la militancia y respaldar a la gobernadora, fuera en busca de intereses propios o de grupos. Eso descarta también que puedan influir varios de los que hicieron hasta lo imposible para aparecer a un lado de Luisa María y de Andy.
Lo anticipamos el viernes y ayer se cumplió: en esta ocasión el ganador fue el abuchómetro.
Y para iniciados:
En las fotos que publicó Luisa María Alcalde en sus cuentas de redes sociales ¿quién creen que no aparece o fue recortado? Adivinó, Ulises Bravo. Y aunque hubo también otro personaje que por su colocación no pudo ser evitado en algunas gráficas se sabe que no es bien visto y no tendrá margen de maniobra, por más que quieran aparentar que sí. Por el contrario, dos figuras locales fueron resaltadas y tomadas en muy buena consideración: Juan Ángel Flores Bustamante y Rafael Reyes Reyes.
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