Algunos empresarios pretenden ver al periodismo más como negocio que servicio, un negocio que busca imponer la censura para acallar noticias que incomodan o acusan a determinados personajes. Con esa represión es difícil reaprender el oficio del periodismo, revalorar su función en la sociedad y, sobre todo, establecer mecanismos jurídicos para defender a los receptores y actores de los abusos y excesos de los que atentan a los medios de comunicación.
Gracias a la acción independiente de la prensa, que es el poder de la crítica, de la información, de la verdad, de la voz verdadera de las personas, el periodismo es un poder frente al poder político y frente al poder empresarial.
Han sido seis años de padecer la anarquía y soberbia omnímoda con la complicidad del periodismo comparsa y de los empresarios vendidos que se someten al precio de los entronizados en el poder.
Periódicos, revistas, medios y redes sociales tienen una responsabilidad moral, política y jurídica con los lectores, con la audiencia, con los seguidores y ¿por qué no? con los actores. Sin embargo, la práctica sigue demostrado que el seudo periodismo está al servicio de intereses ajenos, emprende campañas de opinión que responden a pugnas financieras, mercantiles o políticas y se convierte en un arma de influencia para fines no declarados, práctica de abusos que crecen a la sombra de la libertad.
El triángulo periodismo-poder político-poder económico ejerce una influencia decisiva en los medios, que daña la verdad, que lacera el sentimiento de todo aquel que se jacte de ser un periodista nato y neto.
La perorata del gobierno en los medios, construida a partir de estadísticas, informes y cifras amañadas, perjudica a la democracia con la misma intensidad con que el propietario de un seudo medio ejerce una presión, directa o sutil, en contra de los reporteros para que asuman una actitud sumisa ante un hecho.
Persecuciones, violaciones, amenazas, ejecuciones, asesinatos, todo, todo se ha dado en estos seis años de sufrimiento con la 4T, esta semana en Mexicali Gustavo Macalpin, fue despedido en vivo y en directo. El comentarista recibió este lunes en el escenario de Canal 66 la visita del dueño de la televisora Luis Arnoldo Cabada quien, sin escrúpulos, sin decencia le soltó sin previo aviso, a bocajarro: “Este es tu último día”. Hecho consumado mientras transmitía su programa Ciudadano 2.0, un espacio semanal de sátira política.
Luis Arnoldo Cabada, entró a cuadro sin previo aviso, agradeciendo los “seis años de trabajo intenso y extraordinario” del conductor, para inmediatamente decirle que “todo tiene un ciclo” y el de él había concluido. El espacio sarcástico ha dedicado momentos de crítica a Carlos Torres, esposo de la gobernadora del Estado, Marina del Pilar Ávila Olmeda, lo que, se ha señalado como el detonante del despido.
Horas después, la gobernadora del Estado, grabó un video mostrando su sorpresa con el despido, asegurando que el comentarista es amigo suyo, de la familia, que admira su trabajo y que le desea una vuelta rápida a la televisión. Ávila señala que en Baja California son “muy respetuosos” con la libertad de expresión.
La censura al acto revestido de ignominia no se hizo esperar. La causa, la que haya sido no incentivó a la forma de despido, eso de siempre se ha realizado en lo particular y con discreción y más con un comunicador que ejercía su oficio con supuesta libertad de expresión.
La que si rebasó los límites de lo sensato fue la ministra Batres defendiendo ayer su derecho a la libertad de expresión, insistiendo a la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la nación Norma Piña que no aceptará ninguna limitación en sus valoraciones, mientras pide que se respete su derecho a expresarse.
La gobernadora de Morelos, Margarita González Sarabia como primer acto publico siendo ya, gobernadora electa fue, el acudir al Acto Solemne Conmemorativo del día de Libertad de Expresión celebrado en el monumento alusivo, ubicado en la avenida Teopanzolco en donde, reafirmo su posición de respeto a la Libertad de Expresión y su cercanía con los medios de comunicación.
Es conveniente que los verdaderos directivos y periodistas reafirmen su posición de depurar a los medios de las rémoras, lo que permitirá instaurar compromisos definidos con el público, la misma voluntad que pudiera darse para reivindicar el código de ética que regula el comportamiento profesional del reportero y sobre todo de la empresa, así, el interés del auditorio predominará por encima del interés político o empresarial, haciendo del Periodismo un Apostolado.
Amigos la semana tiene siete días y ¡Gracias a Dios es viernes!
