Cuántas veces hemos escuchado los nombres raros de algunas avenidas, calles y callejones, ejemplos: la Calzada del Hueso, Calle de la Amargura, Mar de la Crisis, Barranca del Muerto, el Callejón del Meadero todas, en la Ciudad de México; el Callejón del Beso en Guanajuato; el Callejón de los Sapos en Puebla; Calles de Arriba y de Abajo en Zacatecas; el Callejón del Diablo en nuestra ciudad de Cuernavaca y la Calle Juan N. Guerra en la Heroica ciudad de Matamoros Tamaulipas que irónicamente es el nombre de uno de los viejos capos del contrabando en nuestro país.
Pues bien.
La dos veces “H” Ciudad de Cuautla. Llamada así por ser heroica e histórica debido a que fue escenario de diversas guerras, también tiene lo suyo.
En 2012 fue aprobado por el congreso local el título de: “Heroica Ciudad De Cuautla, Capital Histórica de Morelos”. El 28 de noviembre de 2012 siendo Presidente de México y como uno de sus últimos actos, Felipe Calderón firmó un decreto en la Antigua estación del Ferrocarril, nombraba a la Ciudad como «Zona de Monumentos Históricos de la Heroica e Histórica Ciudad de Cuautla».
Cuautla es un lugar que se convirtió en cátedra de historia viva, debido a su traza urbana del siglo XVI tuvo gran relevancia durante los hechos ocurridos en la Independencia de México y en la Revolución Mexicana transpira historia en cada rincón, en cada lugar y particularmente en sus calles, cuya nomenclatura testimonia las hazañas ocurridas en ellas.
Una calle fue bautizada con el nombre de “El cañoncito del niño” recordando en donde la mecha de un pequeño cañón pedrero fue encendida y en segundos su boca escupió fuego: Cuautla no sucumbiría jamás.
En 1812, Morelos probó que la célebre máxima militar “plaza sitiada, plaza tomada” no siempre resultaba cierta. Tras 72 días de sitio, las tropas insurgentes bajo su mando rompieron el cerco impuesto por las fuerzas realistas de Félix María Calleja.
Tres calles dan testimonio del sanguinario avance de los realistas y su derrota ante los insurgentes: “Las víctimas de Calleja”, “La retirada de Calleja” y “Las angustias de Calleja”. El sitio fue cruel. Los oficiales realistas nunca tuvieron piedad de sus enemigos y arrasaron hasta con los civiles. Desde 1823, una de las calles lleva el nombre de “Inhumanos Yedras”.
Los insurgentes contaban con espías muy especiales: las prostitutas. Visitaban el campamento realista por las noches y salían con vasta información militar. La historia les dedicó otra calle: “La intrépida barragana”. Uno de los oficiales de Calleja arremetió contra los sitiados y de un machetazo fue degollado. El Ayuntamiento lo recordaría: calle del “Capitán Bollás sin cabeza”. También la compasión y la caridad florecieron en Cuautla. Una mujer que acompañaba a las tropas de Morelos arriesgó su vida atendiendo heridos de ambos bandos: “La humana costeña” se llama su calle.
El propio Calleja lamentó la muerte de uno de sus mejores hombres, rico minero guanajuatense y conde de Casa Rul de España. Cayó en el sitio que se conoce hoy como calle “Del fin del Rul”.
La nomenclatura fue modificada luego de la Revolución Mexicana, ya que algunas vialidades tomaron el nombre de los hechos ocurridos durante la presencia de Zapata en Cuautla. En la actualidad se conservan algunos de estos nombres que podrían no tener mucho sentido como son: Del Centinela, Padre Barrera, Batalla del 19 de febrero, Capitán Marcos Uzúa, Plaza y fuerte de Galeana, Escolta de Morelos, De las Balas, Almonte, Del Temor, Trinchera de Ordiera, Callejón de la esperanza (perdida) de la generala, De los atrevidos de Asturias y Lobera, “Defensa del Agua”, “Escarmiento”, “Sustento” … cada una de las calles de Cuautla cuenta su heroica gesta.
Morelos rompió el sitio el 2 de mayo de 1812; al alejarse victorioso de aquella ciudad, se le escuchó decir lo que 72 días habían demostrado: “Este pequeño pueblo es protegido del cielo”.
Mientras tanto, desde hace tres semanas se inicio la carrera presidencial, la que como cada seis años, para el 2024, se inicie además la renovación de nueve gubernaturas, seis de ellas hoy en control de Morena, por lo que la fiebre de los destapes prematuros en ese partido se ha contagiado de los aspirantes presidenciales y quienes tratarán de buscar los gobiernos de sus entidades desde diferentes puestos públicos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador realizó un enroque de posiciones en su círculo más cercano de colaboradores.
César Yáñez, quien durante décadas fue su vocero, es el nuevo subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos en la Secretaría de Gobernación en sustitución de Rabindranath Salazar Solorio, quien pasó a la estructura de Presidencia y queda al frente de la Coordinación General de Política y Gobierno.
Ambos en sus nuevas posiciones podrán orientar las miras hacia las candidaturas de las gubernaturas de Puebla y Morelos.
Rabindranath Salazar Solorio ya ha sido tratado por sus biógrafos y su trayectoria es ampliamente conocida, solo resalto que fue Tesorero Municipal de la ciudad arrocera de Cuautla a la que sin duda apoyará realmente con la infraestructura que la proyecte en el estado, al igual que Jiutepec, Jojutla, Coatlán del Río, en todos los más de 300 pueblos de Morelos.
En todos los escenarios electorales del 2024 será la rebatinga de las candidaturas, en todos los partidos son muchos los suspirantes y pocas las simpatías o complacencias, esperaremos a ver en Morelos de que cuero salen más correas, del Zócalo de la CdMx, del de Tepito o del de Tejalpa.
Por lo pronto les recuerdo que, la semana tiene siete días y ¡gracias a Dios es viernes!