De acuerdo con los resultados del Tracking Poll de Consulting & Research Estadística Aplicada, elaborado mensualmente, en el estado de Morelos, para Irradia Noticias y Media Video, desde el mes de abril del año 2022 y hasta la fecha, se han registrado variaciones en la intención de voto por los partidos políticos, aunque no ha dejado de mantenerse a la cabeza Morena.
Por lo que corresponde a las mediciones entre enero y junio de este año, el partido del presidente, Andrés Manuel López Obrador, a pesar de no contar con un dirigente formal y legalmente reconocido por las autoridades electorales, hallarse continuamente inmerso en escándalos mediáticos, pleitos públicos entre los dirigentes locales, acusaciones mutuas, atomización, desorganización evidente de las actividades partidarias ordinarias y la guerra sucia de quienes aspiran a ocupar las candidaturas en el 2024, Morena mantiene a su favor las preferencias electorales. Tampoco es para sorprenderse. Lo mismo pasaba en el PRI.
De enero a junio, el partido guinda ganó siete puntos de intención de voto, pasando de un inicial 32 a un 39%. Cabe mencionar que estos porcentajes incluyen a quienes pudieran haber ejercido un voto nulo, mismos que en las elecciones constitucionales se excluyen de los cálculos, para obtener lo que se denomina “votación efectiva”. Y eso hace que los porcentajes finales sean un poco mayores a lo que se haya calculado en las encuestas de las que no se dedujeron. Además, si tomamos en cuenta el margen de error estimado de alrededor del 2% para esta muestra en específico, Morena bien pudiera haber alcanzado un 41 ó 42% si las elecciones se hubiesen llevado a cabo a mediados del mes de junio de este año.
En una muy posible alianza con los partidos del Trabajo y el Verde, aunque los porcentajes de preferencia hacia estos son bajos, y tomando en cuenta las mismas consideraciones mencionadas arriba, su aportación en votos para la candidatura a gobernador podría haber llegado al 8%, sumando así un total de 50% para la alianza. Dado que uno de los partidos opositores, Movimiento Ciudadano, partido que tendría entre 3 y 7 por ciento de las preferencias electorales en Morelos, y ha reiterado que irá solo a las elecciones, ni la unión completa del resto podría haber derrotado en las urnas a Morena.
Hasta aquí, basándonos en los números fríos, todo parece marchar viento en popa para Morena y quien resultara ser su candidata o candidato. Sin embargo, ya en el proceso electoral no es así de fácil ni de automático que puedan hacerse con el triunfo el año que viene. Hace falta ver cómo salen de enfrentados y divididos del proceso para la selección de quien encabece la candidatura, las deserciones que se produzcan en la práctica, aunque sin renunciar a su partido, para apoyar a otro o a otros candidatos, como ya sucedió en el proceso del 2021, el posicionamiento electoral del candidato o candidata de oposición, así como el desempeño y rendimiento de las campañas electorales.
Como solemos decir los encuestadores, se trata de una fotografía del momento. Nada está escrito ni definido todavía. Encima, habría que tomar en cuenta que, históricamente, el comportamiento electoral en Morelos lleva una fuerte dosis del denominado “voto de castigo”, de forma que, si el candidato o candidata de Morena está plenamente identificado con el actual gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo sus probabilidades de triunfo podrían disminuir, incluso dramáticamente. Pero de eso, hablaremos en otra ocasión.
Y para iniciados
A las dirigencias nacionales de la oposición no les será nada fácil encontrar a una candidata o candidato suficientemente competitivo para encabezar la alianza en Morelos. El PAN podría llevar mano por tener el mayor porcentaje de preferencias a su favor, entre ellos, claro. Pero los otros dos no dejarán de intentar que sea uno de los suyos. No obstante que el PRI, francamente disminuido, herido de muerte, está ya en la misma ruta de extinción que transita el PRD. Dalila Morales, Sergio Prado y Jonathan Márquez no van a decidir sobre la candidatura a gobernador. Serán operadores de las decisiones de los de arriba, pero nada más. Habría que parafrasear a ese personaje cómico que decía… ¿Y ahora quién podrá ayudarlos?
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