Desde hace varios meses los productores agrícolas nacionales se han manifestado, particularmente en los estados norteños de Sonora, Sinaloa y Tamaulipas, ante la imposición que pretende sostener el gobierno federal de los dichosos “precios de garantía” para los granos, maíz, trigo, cebada, sorgo, soya, cártamo.
Han sido innumerables bloqueos de carreteras, gasolineras y recientemente al aeropuerto internacional de Culiacán.
Se ha querido poner el foco de atención en la distribución, pero los problemas del sector son fruto de una tormenta perfecta: bajos precios, costos crecientes, recorte de subsidios, competencia desleal con el gobierno federal a través de Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX) que es la dependencia que supuestamente fija los precios de garantía.
La crisis del campo no tiene una sola causa y tampoco un único diagnóstico. Cada eslabón de la cadena, productores, industria y distribución, defiende su papel en el proceso y prioriza unos factores sobre otros en la lista de culpables que han llevado, en los últimos cinco años, al sector agrario a ponerse en pie de guerra.
En lo que todos coinciden es en que se trata de un problema complejo, que no se puede, ni se debe, simplificar en la búsqueda de enemigos fáciles, en alusión a las declaraciones de días pasados del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya cargando las baterías sobre la gran distribución, al acusar a MINSA, GRUMA y la trasnacional CARGILL de boicot en la compra de maíz y en que es necesaria la búsqueda de soluciones para salvar una de las piezas esenciales del engranaje.
Pretender imponer precios de garantía a los granos mexicanos dictados por la inquisidora Cuarta Te, no equilibra al mercado nacional. Mientras que SEGALMEX apunta al sector de la distribución por su posición dominante en una «cadena alimentaria totalmente desequilibrada» por culpa de la «desregulación del sector», La realidad es que, quienes realmente fijan los precios son los mercados internacionales, en el contexto de un proceso de «globalización del mercado comunitario que es imparable» y de explotaciones agrícolas que sufren «la fuerte presión» de competidores de terceros países, con unos costos de producción más bajos.
Al sector agrícola le llevó cuarenta años conciliar su comercialización con la realidad, ubicarlo en sus carencias y aspiraciones para poder competir con los grandes productores de Nebraska, Dakota y Texas.
El mencionado gobernador Rocha arengó a los agricultores manifestantes a que fueran a hacer los bloqueos a los domicilios de las empresas MINSA, GRUMA o CARGILL como si esa incivilidad fuera la solución, los agricultores solo pedían sentarse con él y con las autoridades federales para buscar conjuntamente resolver este problema que cada día avanza más, al avanzar las fechas de cosecha de las gramíneas en México.
Como se había comprometido este miércoles, el mandatario estatal recibió a los dirigentes de los productores, en cuanto desocuparon la terminal aérea. Se trasladaron a Palacio de Gobierno, donde fueron recibidos por el gobernador para sostener una reunión donde escuchó todas sus inquietudes.
Poco fue el compromiso estatal y federal, el asunto fue resuelto parcialmente tras 40 horas de paralización del aeropuerto de Culiacán, tras haber bloqueado carreteras y almacenes de combustibles de Pemex, los agricultores fueron burlados nuevamente y ante la frustración a un problema gestado por la inserción de la Cuarta Te en un mercado totalmente controlado, sin duda tomarán otras medidas, acostumbrados están a luchas similares o hasta peores, se enfrentaron a tres presidentes, Echeverría, López Portillo y De la Madrid, los derrotaron ante la severidad de caer en el desabasto alimentario.
Algo similar vivieron hace treinta años los productores de sorgo morelenses, teniendo vendida, a buen precio, su producción a los avicultores poblanos, la metiche CONASUPO se entremetió para exigir el cumplimiento de unos exagerados precios de garantía, los agricultores la mandaron mucho a la fregada, en ese entonces contaron con el apoyo de un congruente gobernador que protegía a todo su pueblo, Lauro Ortega Martínez.
Andrés Manuel con su irreflexiva expresión de ser quien manda en todo, le dijo al gobernador Rocha “Yo estoy contigo y te apoyo” dejando en desamparo a los agricultores nacionales, esa ¡es la Cuarta Te!
