El incremento al magisterio en 8.5 por ciento directo a su salario y la devolución a México de 5 mil millones de pesos por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos, por supuesto que se reciben con gusto; sin embargo la carga electoral en el momento en que y como se divulgan es enorme.
Por tratarse de una confiscación a Héctor Javier Villarreal Hernández, ex secretario de Finanzas de Coahuila y titular del Servicio de Administración Tributaria de esa entidad durante el gobierno del entonces priísta Humberto Moreira, el Presidente de la República comentó que se invertirán en esa entidad pero no durante el sexenio del actual mandatario Miguel Ángel Riquelme.
En el caso del histórico aumento asignado al magisterio, con el compromiso que ningún maestro recibirá menos de 16 mil pesos mensuales, el anuncio se hizo durante la conferencia de prensa en Palacio Nacional en una muestra de reconocimiento al gremio sindicalizado; en el Estado de México la candidata de Morena; Delfina Gómez, precisamente finalizó su gestión como titular de la Secretaría de Educación Pública antes de formalizar por segunda vez su aspiración deocrática.
Por supuesto que a nadie asusta ni sorprende este tipo de decisiones que siempre han existido en nuestro país, lo interesante es que queda demostrado que independientemente a que ideología, sector, partido, pensamiento o grupo se pertenezca, se hará todo esfuerzo para privilegiar a favor los efectos electorales.
En ambas entidades la competencia se ha cerrado. En el caso del Estado de México la mayoría de las encuestas reconocen un empate técnico que hace muy difícil inclinar la balanza; Alejandra del Moral ha subido en las preferencias. Para Coahuila, la ruptura de la 4T al presentar dos aspirantes, Armando Guadiana Tijerina y Ricardo Mejía Berdeja, prácticamente permitirá mantenerse en el poder al Revolucionario Institucional aunque se a través de una coalición en la persona de Manolo Jiménez.
Tan real es esta apreciación general que el Presidente encontró en estas dos decisiones una oportunidad de persuadir al votante. Andrés Manuel López Obrador como opositor supo conquistar a través de la promesa, hoy como mandatario, sabe que es mediante la acción como se mantiene el poder.
Veremos qué tanto logran permear ambos mensajes.