Luego de las elecciones que en Segunda Vuelta vivió Brasil entre Lula da Silva y Jair Bolsonaro el actual Presidente, los resultados no fueron contundentes y por ello surgen las dudas que esperamos poco a poco se vayan clarificando para que las inconformidades no se conviertan en estallido social, pues la diferencia entre el triunfador Lula y el presunto derrotado Bolsonaro, apenas llegó al 0.1% -sólo una décima-, que en votos por este raquítico porcentaje equivale según el Instituto Electoral de Brasil a sólo dos millones de ciudadanos que son casi nada frente a la ciudadanía electoral registrada en ese País, el más grande y poblado de Latinoamérica que tiene la mayor cantidad de poblaciones conocidas, escondidas, algunas desconocidas y perdidas en los rumbos de la Selva Amazónica… Por el casi seguro retorno de Lula al frente del poder gubernamental de su Nación, esta se convertirá a partir del primero de enero próximo, en el décimo primero de los países de izquierda del Continente Latinoamericano, lo cual no alcanza para ser la mitad de ello, pero resulta una suma importante por lo que cada uno representa en el Contexto de América… Ocho de esas once naciones con gobernantes “de izquierda” en el marco de sus libertades o dictaduras, tienen el sentido ahora muy perdido de lo “socialista, stalinista, maoísta o comunista”, en razón de ser países con economías globalizadas de Estado, gracias a la presencia de empresas y empresarios que se la juegan y prohíjan fuentes de trabajo para sus habitantes… Esas naciones son: Bolivia, Chile, Argentina, Ecuador, México, Perú y Honduras… En las otras tres naciones desgraciadamente, sus respectivas poblaciones están en extremas dictaduras, pues viven bajo el autoritarismo de un solo hombre, donde la carencia del casi todo empiezan por la inexistencia de libertades para hablar, transitar, pedir, solicitar, publicar, manifestarse o reclamar públicamente; sin libertad para movilizarse dentro o fuera de su País, sino es con permiso expreso del Gobierno, como tampoco hay libertades para las convivencias fuera de lo estrictamente familiar; no hay libertades para festejos ni eventos masivos; se carece de todo o casi todo y por lo tanto hay hambre y desnutrición; hay carencias profundas por la salud y la educación; el control de todo lo ejerce el Estado a través de sus soldados, policías y militares, frente a quienes por hambre o conveniencia muchos se someten y se prestan para ser espías y soplones… Esos tres países bajo estas nefastas condiciones extremas, son: Nicaragua con el aborrecido y autoritario Daniel Ortega; Venezuela con el detestado dictador Nicolás Maduro y Cuba con Miguel Díaz Canel, heredero de todas las enseñanzas dictatoriales que implantaron en esa Isla los hermanos Castro Ruz… Estas son en parte algunas de las características de las 3 dictaduras, que esperamos no se incrementen con los otros 8 países donde alguno de sus mandatarios tiene tentaciones para establecer estas perversas intenciones… Entre estos once países, hay un común denominador que los une en América por el ánimo creciente de sus gobernantes para destartalar y separarse de la Organización de Estados Americanos -OEA-, con la finalidad de crear una nueva estructura que los represente y para la cual, se asoman y se apuntan los mandatarios que pretenden presidir esa hegemonía, como el argentino AlbertoFernández y el mexicano Andrés Manuel López Obrador… Será cuestión de esperar y no mucho tiempo, para saber cuántos y que otros países habrán o no de incorporarse a esta tendencia ‘izquierdizante’ de América, una vez que Lula da Silva como se espera, pueda asumir por segunda vez y con firmeza su posición como Presidente de Brasil… ¡Ahí la dejamos!
LULA, AMLO, MADURO… LAS IZQUIERDAS Y LAS DICTADURAS
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