En sorpresivo acuerdo unánime de los integrantes del Cabildo de Tlalnepantla, decidieron la destitución del alcalde Ángel Estrada Rubio; bajo señalamientos de falta de transparencia y malos manejos, acordaron asimismo, que asumiera el control municipal la titular de la Sindicatura, Gisela Mercado Chávez.
De inmediato el Presidente Municipal denunció la decisión como una ilegalidad.
De acuerdo con información que circuló el equipo del Cabildo, sus tres regidores: Elpidia Torres, Oscar Ramírez y Armando Lazcano, coincidieron en que a pesar de solicitar información sobre diversos gastos y actos, nunca hubo respuesta.
El Cabildo acordó dar aviso al Congreso del Estado de Morelos.
Sobre la legalidad del acto y decisión del Cabildo de Tlalnepantla se han expresado varias personalidades de lo jurídico. El abogado Cipriano Sotelo detalló que dentro de sus facultades los cuerpos edilicios no tienen ese alcance; otros constitucionalistas plantean que solamente a través de la solicitud de licencia o mediante sentencia judicial, puede ser removido un alcalde.
Otro de los temas que ha llamado la atención es que la Síndica haya sido nombrada como responsable del Ayuntamiento en lugar de haber sido llamado el Presidente Municipal Suplente, Roberto Campos Rojas, cuya elección está avalada por el proceso democrático. La Síndica podría inclusive ser acusada por uso indebido del ejercicio público o por usurpar un cargo que no le corresponde.