1.- La seguridad capitalina
2.- Un manipulador
3.- PAN: Estulticia
4.- Luz hable
1.- La seguridad capitalina ¿se frenará llevando al presídium a Cipriano Sotelo y a Jorge Arizmendi?. Si la respuesta es sí, llévenlos a todos los eventos, porque en el corredor de San Diego-Teopanzolco, el robo de relojes de lujo es la constante, igual que otra clase de robos, de acuerdo a la colonia, y lo único que sabe hacer la graquista, Licha Vázquez Luna es que para evitar el robo de autos no salgan en los de lujo, o reconocer que sí, que el robo es común en la capital, lo que todos lo sabemos, pero lo que se quiere escuchar es cómo le hará ella y el resto de las autoridades municipales para frenar la inseguridad.
Sigo diciendo que el salirse del mando coordinado fue un error porque no se tiene a los suficientes elementos ni debidamente capacitados para resolver el problema, pero ella insiste en que sí, lo negativo es que sigue el delito por todos lados y no varía el discurso.
Además, se presenta esta dificultad como un problema de fuerzas, de haber quién puede más, muy al estilo panista de Calderón, pero, al final del sexenio, entregó un país en franco avance de la delincuencia, los cárteles surgiendo como hongos y funcionarios de su administración pactando con delincuentes, además de la operación rápido y furioso, con armas que asesinaron a miles de mexicanos, igual extranjeros, hasta alentada desde el poder, lo que violentó la soberanía nacional, sin contar que dejó la costumbre de ser letales, como que los muertos no hablan y no pueden decir de los encuentros de sus jefes con altos mandos calderonistas, administración que, al final, cumplió lo prometido, ser el presidente del empleo, pero para sepultureros y fabricantes de ataúdes en el país.
Entiendo que Licha se vaya por ese lado, la sensibilidad no se le da, para ella se reduce todo al ataque directo y mientras más delincuentes haya presos, es mejor, pero que los demás integrantes de la comuna actúen en este tenor, es delicado; para ellos todo es frontal, y nada de programas sociales, de obras en zonas complejas, más empleos en las lugares marginados, asistencia, educación, cultura, deporte y otras situaciones similares.
Ataques frontales desarrollan reacciones similares, mientras que programas sociales dan la oportunidad de surcar otros caminos, pero Urióstegui tampoco parece que lo entienda, si así fuera, estaría actuando en consecuencia, pero si ni siquiera paga a sus trabajadores de confianza; no tiene los finiquitos ni atiende a los despedidos en el anterior periodo, menos se procurará a los que son lejanos a la administración, los cuernavaquenses que ven pasar las administraciones, desde el 2000, y nadie los atiende; los Terrazas, menos, porque se insiste en que el alcalde no da un paso si ellos no lo autorizan, y para ello tienen a sus allegados incrustados en la nómina, por si José Luis disiente por ahí.
El caso es que siguen los robos, los asaltos, los asesinatos, y el empecinamiento de Licha en que así deben hacerse las cosas, pese a que fracasó en la administración de Graco y está ante su segundo descalabro, pero si a Urióstegui le late, adelante, lo malo es que se llevará, ya se está llevando, entre las espuelas a los masoquistas capitalinos.
2.- Les dijo a los profesores jubilados que con él se resolverían sus problemas y sólo les dio atole con el dedo, ahora va con obreros, pero, como siempre, que otros resuelvan la chamba para que él se pueda colgar el premio. Raya en la megalomanía; ya es soberbio.
3.- “Que enjuicien a Ramón López VELARDE”. Sí, que lo saquen de la tumba y lo fusilen. La estulticia panista, en ocasiones, como en ésta, se pone de manifiesto; en otras se ven menos ignorantes y necios que ahora. Es tanto su odio que dan vida a los muertos
4.- Señorita Luz Dary usted nunca ha dicho nada para que se le vea, por su manera de pensar, como enemiga de estado; no se adorne; usted es como el común de los políticos, lo único que se quiere es que aclare lo de la cartulina, ¿por qué cree que se la enviaron?. Si por su manera de pensar se le tomara, sería una más, No veo que sea por ahí. No hay un solo discurso incendiario, ideológicamente que rompa paradigmas; solo lugares comunes.