En la segunda mitad de su periodo como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, podría enfrentar revelaciones y evidencias que pongan todavía más en duda los resultados de su autodenominada cuarta transformación. De por sí, cada vez más gente está cobrando conciencia sobre las cortinas de humo que lanza AMLO para evadir las verdaderas realidades, con los propios datos que ofrece en las mañaneras, las justificaciones y el desvío de la atención de los temas centrales a los temas periféricos, como sus caprichos, los ataques a sus adversarios y sus furibundas reacciones, cuando es descubierto y señalado.
Dice la sabiduría popular que el pez por la boca muere. En la segunda mitad de su mandato, AMLO, en plena contradicción con su discurso antineoliberal y progresista, de izquierda a medias, desdibujada y acomodaticia, tendrá que enfrentar diferentes evaluaciones. No sólo la de sus seguidores y apoyadores a ciegas, que por lo mismo todo lo ven bien, sino de quienes sí saben, sí se han preparado, sí tienen experiencia y no están obnubilados, ya sea por ideologías de izquierda o de derecha, que en tanto ideologías son igual de perniciosas, no importa hacia qué lado miren. Cualquier ideología, como lo argumentó Carlos Marx, es, en suma, una visión falsa de la realidad.
Afirmo que está en plena contradicción de su discurso contra el neoliberalismo, porque al mismo tiempo que dice haberlo desterrado recurre a los tratados de libre comercio internacional, a los empresarios que más se han beneficiado de las políticas neoliberales, a las prácticas de adelgazamiento del Estado y a la utilización de indicadores macroeconómicos, como los de salarios, empleo, divisas, crecimiento económico y demás, en todos los rubros, para aparentar que su gobierno va bien y ha logrado mejores condiciones de vida para los mexicanos, en general. Y eso, es falso, tales presunciones presidenciales no resisten un análisis y una evaluación seria y bien fundamentada.
Enseguida compartiré algunos datos al respecto. Sin embargo, quiero pedir a usted que se haga algunas preguntas para obtener sus propias conclusiones, en forma independiente de los alegres datos y dichos ideológicos, de las mañaneras: ¿En realidad, cree usted que el país está económicamente mejor con López Obrador? ¿Está mejor en seguridad pública, en servicios de salud, en seguridad social, en empleo y oportunidades? ¿Usted en lo personal y su familia, en realidad están mejor después de tres años del gobierno de AMLO? Y si usted es de quienes reciben los apoyos de los programas sociales, le pido por favor que responda si ¿de verdad cree que esos apoyos son la solución que la mayoría de los mexicanos necesitan, no sólo para un rato, sino para elevar la calidad de vida de los mexicanos?
Ahí van unos datos: La inflación es la más alta de los últimos veintiún años (7.1%). Peo ese es un promedio. Usted ya habrá visto cómo se han incrementado los precios de casi todo lo básico, y en algunos casos hablamos hasta de un 40%. Nunca antes habían ocurrido tantos homicidios dolosos, mayormente asociados con la delincuencia organizada (5,754 más que en el sexenio de Calderón y 8,408 más que en el sexenio de Peña Nieto, y eso que apenas van tres años). El retiro de capitales extranjeros en deuda del gobierno es el mayor desde el sexenio de Ernesto Zedillo (34 mil millones de dólares en los últimos dos años, debido principalmente a la desconfianza en la política económica del gobierno de AMLO). Los análisis serios, basados en números y no en ideologías, en información y no para hacer propaganda política a favor de Morena y del presidente, apuntan a que México tiene una economía débil, en estancamiento que, de seguir así, llevará a la recesión. Además de los costos de su construcción, mientras logra ser rentable, el Tren Maya costará a los mexicanos cuatro mil millones de pesos al año. Las oficinas del gobierno federal prestan peor que nunca antes los servicios a que están obligadas. También, como nunca antes en la historia de la atención a la salud, faltan medicamentos y millones de personas no tienen acceso a los servicios de una institución pública de este ramo. Mayormente, los mexicanos acuden a las opciones de consultorios privados de bajo costo, porque el IMSS y el ISSSTE dejan mucho que desear en la atención de primer nivel y el INSABI es todo un fracaso. Y nada más para que no nos olvidemos de la dichosa rifa del avión presidencial, sigue sin saberse bien a bien qué pasó con los premios y con el avión, que sigue costando muchos millones, sin usarse. Se puede decir mucho más, pero con eso basta por hoy.
Y para iniciados
De momento nada extraordinario en el Impepac. Un tanto teatral, por los protocolos de seguridad que deben seguir los elementos adscritos a la Fiscalía Anticorrupción, pero nada más. Por lo pronto, no se puede decir contra quién ni por qué motivos el secretario Ejecutivo del OPLE local presentó la denuncia. Nos aseguran que no tiene nada que ver con el reciente proceso electoral, pero lo que nos queda claro es que de que se trata de uno o más actos de corrupción, sí que se trata de eso.
La información es PODER!!!