Quienes esperaban un funcionamiento diferente en el Congreso de Morelos muy pronto se han decepcionado. Las primeras decisiones trascendentes se han empantanado y las posiciones de dos grupos de legisladores se polarizaron.
Primero, la designación de la titular del Instituto de la Mujer, entrampada y aplazada. Segundo, la sustitución del órgano de auditoría y fiscalización, por uno que fuera realmente autónomo e independiente de los poderes públicos, no como el actual que, con América López Rodríguez y el resto de sus funcionarios, está al servicio y para la protección de Cuauhtémoc y sus aliados. También entrampada y aplazada Y, tercero, ya en la misma ruta, el Presupuesto de Egresos para el año 2022.
Claro que todo ello tiene un fondo, que nada tiene que ver con la demagógica postura del diputado priista Eliasib Polanco Saldívar, sobre la dinámica legislativa, la discusión amplia ni la responsabilidad del legislador, como pretendiendo decir que todo está bien y normal. Como tampoco nos causa ningún alivio el vacío llamado de Érika Hernández Gordillo a la trasparencia y reflexión, al mismo tiempo que acusa al grupo contrario de ocultar información, además de que en la rueda de prensa evidenció su desconocimiento sobre las normas que rigen la construcción y aprobación del paquete presupuestario.
El discurso político, tanto del G-11 como del G-9, como se comienzan a conocer por la cantidad de diputadas y diputados que los integran, es el mismo. Afirman que su lealtad y compromiso es con el pueblo de Morelos. Pero ¿por qué se apresuraron a fijar una postura de esta naturaleza ante los medios de comunicación, cuando no tendría que ser siquiera tema de discusión? Por definición y norma constitucional su lealtad, compromiso y representación debe ser para con el pueblo morelense en su conjunto, no para partidos, personajes, grupos ni gobernantes.
Y la razón de esa postura en ambos queda revelada al popularizarse la idea de que uno de los grupos, el G-11 es contrario al gobierno de Cuauhtémoc Blanco y el otro, el G-9, es aliado del gobierno estatal, lopezobradorista a ciegas y cuatritransformista. Polarización que ellos mismos han promovido, hasta por medio de campañas sucias y malintencionadas, que no benefician a nadie, ni a ellos mismos, pues. Pero el tema de fondo va más allá.
En realidad, es falso que su lealtad sea con el pueblo y el compromiso esté encaminado a sacar adelante un presupuesto y decisiones que beneficien al pueblo. Están entrampados en lo mismo que la legislatura anterior y otras de las que se tiene registro, años atrás: en la lucha por el poder, las canonjías, los proyectos para la supervivencia, la ambición política y la voracidad económica. Todo ello tanto en lo personal como para los grupos a los que han entregado su lealtad. Ya de cada uno, en lo particular, de exalcaldes, líderes partidarios y títeres del sistema, tendremos oportunidad de tratar en otra colaboración.
Por lo pronto, se tendría que ser demasiado inocente para no darse cuenta de que lo que sucede hoy en el Congreso a quien más beneficia es al Ejecutivo estatal. Con que por un tiempo no haya acuerdo sobre el Presupuesto 2022 y, a partir del primero de enero, se continúe con el hoy vigente, habrá oportunidad para que hagan manejos y transferencias que permitan asegurar su botín por adelantado y para todo el año.
Y para iniciados
Un par de pruebas más de las mentiras de la autodenominada cuarta transformación, quedaron a la vista. Por un lado, Hugo López-Gatell, montado en cólera, abandonó la comparecencia que se había acordado como privada, que él quería casi como secreta, acusando que una diputada grababa la sesión, en la que lo estaban tundiendo por el pésimo manejo de la Pandemia de COVID-19. ¿No que mucha transparencia e información para el pueblo? Y, por otro lado, López Obrador tuvo que reconocer el apoyo que su gobierno ha dado a Pemex por 19 mil millones de dólares para inyección de capital, reducción fiscal y pagos de deuda, al mismo tiempo que no ha logrado hacer que Pemex deje de ser la petrolera más endeudada del mundo. Ahora, ya no tuvo otros datos. ¿No que Pemex iba muy bien en este gobierno progresista y cuatritransformista?
¡Que tenga un excelente día!
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