La decisión de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación mantuvo y defendió el orden constitucional, al ordenar la cancelación definitiva del registro como partidos políticos nacionales a Redes Sociales Progresistas (RSP), Fuerza por México (FXM) y Encuentro Solidario (PES).
Ocho votos contra uno evitaron una serie de implicaciones y consecuencias que van mucho más allá de solamente permitir que estas tres rémoras, propias de la cuarta transformación, continuaran contando con cientos de millones de pesos de financiamiento público y la posibilidad de participar en las próximas elecciones.
Permítame explicarle en breve por qué los califico como rémoras. De acuerdo con los diccionarios, se dice rémora a un obstáculo, sea físico o no, que impide o dificulta determinados procesos, proyectos o acciones, en analogía con el pez marino que se adhiere a los objetos flotantes para evitar esfuerzos, es voraz y se alimenta de las sobras que encuentra en el camino. Así de claro: RSP, FXM y PES son rémoras políticas, igual que otros partidos ahora aliados de López Obrador, como el PT y el PVEM, que caben perfectamente en este símil.
El magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral que intentó regresar al registro a los tres partidos y que no recibió el respaldo, sino el rechazo, de todos los demás miembros del colegiado, fue Indalfer Infante González, de origen guerrerense, quien antes de ser designado en su cargo actual, fungió desde actuario judicial de distrito, secretario en el mismo nivel, proyectista y más cargos menores hasta que llegó a magistrado y miembro del Consejo de la Judicatura Federal. Ni duda cabe que conoce muy bien el funcionamiento de la corrupción judicial en Guerrero y Tabasco. Ahora quedó evidenciado con su pretensión de torcer la interpretación del orden constitucional en materia electoral. Pero se quedó solo. El único voto a favor de su proyecto fue el suyo.
No prosperó, para bien de la legalidad y de la sociedad, pero de haberse logrado las implicaciones habrían sido varias, onerosas y de alcance a largo plazo. Primero, seguirían contando con millonarios recursos públicos al menos por tres años más. Segundo, de haberse aceptado un umbral de 2.5% de votación a su favor para conservar el registro, tendía que abrirse un debate sobre la legalidad de la actual distribución de las diputaciones federales plurinominales, pudiendo exigir, bajo los mismos argumentos, su recomposición. Eso sería todo un tema que daría al traste con la legalidad y la credibilidad en el sistema judicial electoral. Tercero, podrían ir en alianza con Morena, como buenas rémoras, en las siguientes elecciones.
Este último punto es muy relevante, pues los tres se declararon apoyadores de López Obrador y su cuarta transformación, fueron el refugio y temporal coto de poder de políticos que aspiran a arrebatar las riendas a quienes hoy las sostienen. En Morelos, personajes como Lucía Meza, Erika Hernández Gordillo y Sergio Estrada Cajigal, bajo el argumento, todos con el mismo argumento, de que serían estos partidos los que sustituyeran a Morena, se quedaron con las ganas, salvo que Hernández Gordillo, familia directa de Elba Esther Gordillo Morales, sí obtuvo una diputación.
Los tres fueron legalmente defenestrados. Ya no podrán solicitar registro de nuevo, sino hasta pasadas las elecciones de 2024, por lo que al menos por unos años estas rémoras, encabezadas por Pedro Haces, Hugo Éric Flores y Elba Esther tendrán que seguir pegadas a Morena, viviendo de las sobras que vaya dejando el sistema.
Y para iniciados
El INEGI dio a conocer datos que revelan que la corrupción ha crecido en forma sostenida, desde el gobierno de Peña Nieto y hasta la actualidad, siendo uno de los tres principales problemas que enfrenta el país. La mayor concentración de los actos de corrupción se observa en estados y municipios, en la impartición de justicia y la falta de castigo a los delitos. Ya casi escucho la voz de López Obrador diciendo que él tiene otros datos respecto al tema del combate a la corrupción, que ya se acabó y o se permite en México.
¡Que tenga un excelente día!
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