Difícilmente puede usted encontrar algún residente habitual de Cuernavaca cuya persona, familiares o amistades no hayan sido víctimas de algún hecho delictivo. Y mientras eso sucede, las autoridades responsables de la seguridad pública y los representantes populares parecen ser cada vez más inútiles e indolentes, pues vemos ya normalizados los delitos, en forma cotidiana, en las calles de diversas colonias y barrios, a las afueras de centros comerciales y tiendas de conveniencia, en el interior de restaurantes o puestos de comida rápida, en los domicilios particulares y las fuentes de trabajo, en su vehículo o en el transporte público, es decir, en cualquier lugar y a cualquier hora,
El resto del estado de Morelos no se salva, pero en particular Cuernavaca, la capital, tiene un triple padecimiento. Por un lado, la crisis de inseguridad por la que ya más de seis años continuos no sabemos qué día nos puede tocar la delincuencia común, pero sí tenemos conciencia de la gravedad de lo que nos puede ocurrir. Y hasta sirve de consuelo que todo pare en pérdidas materiales, que no haya agresiones físicas, pero en muchos casos no es así, porque la delincuencia no se toca el corazón al cometer sus fechorías. Tan no entienden la política de los abrazos y no balazos que se burlan de ella y de Andrés Manuel.
Por otro lado, padecemos el control de la delincuencia organizada que ha rebasado y sometido a las autoridades municipales, estatales y federales. En cualquier barrio o colonia se sabe quiénes son, dónde y cómo operan los miembros del crimen organizado y hasta qué policías y ministeriales están coludidos con ellos, ya sea si dan protección o solamente se hacen de la vista gorda. Como sea, los padecemos porque son igual de cómplices unos y otros.
Y en un tercer lado, padecemos la probada ineptitud, la desfachatez y las sinvergüenzadas de las autoridades de gobierno y en particular de las directamente responsables de la seguridad pública y la prevención de los delitos. El rotundo fracaso del modelo de mando coordinado, mando único, o como le quieran llamar, nos ha llevado a ocupar los peores lugares en la percepción de inseguridad a nivel nacional e internacional. La militarización de la seguridad, con la Guardia Nacional, tampoco ha dado resultados efectivos. Simplemente, aparecen cuando ya todo terminó para resguardar las escenas del crimen. Padecemos, pues, una fallida estrategia federal, la falta de una estrategia propia en el estado y presidentes municipales ineptos, indolentes e ignorantes, cuando no sometidos o cómplices.
Los números de la estadística oficial no reflejan la cifra negra, todo aquello que no se registra, pero que sucede en materia delictiva. La sociedad tiene miedo al salir a las calles, que se agrava porque desconfía de las autoridades policíacas, del ministerio público, del munícipe y del gobernador. Los dos máximos responsables de la seguridad y la paz en Morelos, porque legalmente así lo han asumido a través del mando coordinado, Cuauhtémoc Blanco Bravo y José Antonio Ortiz Guarneros, han demostrado y hasta reconocido con desfachatez que no pueden, que no saben y que no les importa. Eso sí, quieren un incremento del 40% al botín anual de seguridad, es decir, al presupuesto de la Comisión Estatal del ramo, con la cantaleta de todos los años: necesitan más recursos para ahora sí dar resultados. Entretanto, los habitantes de Cuernavaca y de Morelos tienen que tomar medidas de precaución hasta para ir a la tienda, para sobrevivir en un estado fallido, en crisis de seguridad, económica y en todos sentidos.
Y para iniciados
¡Ah!, pero qué insistencia del gober que defiende su derecho a jugar golf, si ya le había dicho AMLO al Cuau que el gobierno no es el DIF, que no debe tener a sus familiares en la nómina, que eso es inmoral, aunque sea legal. Será acaso que no le dirá nada Andrés Manuel al ex ídolo del fútbol, no le recomendará que ya se ponga a trabajar, que ya fueron muchos años de restaurantes y diversiones. Como que ya se prolongó mucho el festejo del Cuau, tras ganar en las urnas. Tres años perdidos para Morelos, pero con su familia y los fuereños cobrando en el gobierno.
¡Que tenga un excelente día!
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