“¡No hagas daño a un periodista, porque lo pagarás toda la vida!”.
Miedo… El transporte público de pasajeros de todos los tamaños y niveles por sus vehículos, viven tiempos de temor, miedo, horror y pánico según les toque a conductores y pasajeros… Lo anterior obedece a la incapacidad gubernamental para garantizar la tranquilidad y seguridad tanto de los permisionarios o concesionarios por sus unidades, como para los operadores o choferes y pasajeros, muchos de los cuales sólo se encomiendan a Dios porque saben de lo riesgoso que es ahora transportarse en el servicio público…
En los actuales tiempos ningún nivel de transportación garantiza tranquilidad ni mucho menos seguridad para los que hemos mencionado, como consecuencia del creciente crimen organizado y desorganizado que por todos los rumbos del País se ha posesionado de las vías de comunicación para cometer los crímenes que les vengan en gana, mismos que van desde el que parece ser el simple robo de pertenencias a los usuarios y choferes, hasta los hechos sangrientos que por doquiera ha dejado miles de heridos y centenas de muertos…
Lo recientemente vivido por rumbos de Cuautla, Tlayacapan, Tlalnepantla, Totolapan y otros rumbos cercanos hacia la Ciudad de México, por aquello de los cobros de piso, la quema de unidades y las amenazas cumplidas contra unidades, operadores y pasajeros, han obligado al Gobierno del Estado, pues no le queda de otra a tratar de conjuntar esfuerzos con la Guardia Nacional y el Ejército para tratar si es que se puede, de garantizar hasta donde sea posible la seguridad en el servicio de transporte público de pasajeros de esa región en Los Altos de Morelos… Que conste, no es sólo por allá sino que en el caso de nuestro Estado, la inseguridad de los pasajeros en tal servicio de transporte se extiende por casi todo el Estado…
No les queda de otra a Miguel Ángel Urrutia Secretario de Seguridad, a los policías municipales, viales, Guardia Nacional, militares y militarizados, más que tratar de coordinar estrategias que puedan dar resultados, sin simulaciones… A ese transporte y a los pasajeros les es indispensable y urgente en forma extraordinaria la estrategia que cumpla tales propósitos para su protección… ¡Estaremos al pendiente! ¡Hasta mañana que será un día más!
