LA FERIA DE TLALTENANGO

Nuestro Estado de Morelos tiene y vive en su calendario festivo cívico, social y religioso ferias y festejos al por mayor, algunos son centenarios… Ahí está la que es posiblemente la Feria-Fiesta más antigua de la Entidad con dedicatoria al Señor de Tepalcingo, que en los tiempos actuales vive por lo menos 15 días de alegría entre misas, oraciones, peregrinaciones y mercaderes, en entornos del Santuario por el Señor de Tepalcingo, donde llegan según se sabe  decenas de miles de visitantes entre peregrinos y creyentes que en forma individual o por cofradías procedentes de distintos rumbos, no sólo del Estado sino de entidades circunvecinas y algunas lejanas… Esas cofradías o representaciones grupales religiosas por las decenas o centenas de sus integrantes, aún en la actualidad llegan tras largas caminatas o por diversos medios de transportación… Ferias o festejos grandes también lo son las de diversos municipios con la creciente participación de los grupos de Chinelos, como lo son en el marco de la Cuaresma Religiosa Católica ‘El Brinco del Chinelo’ que se originó en Tlayacapan y bajó a Tlaltizapán, para luego adquirir su mayor relevancia en Tepoztlán, cuyo espacio poblacional resulta insuficiente para dar cabida a los miles de visitantes que ahí llegan por “El Brinco” y todo lo demás, luego por Yautepec, cuyo vestuario ‘chinelero’ se convirtió en fastuoso por su ornamentación frente al muy sencillo de Tlayacapan y todo ello se conjunta en el llamado “Primer Carnaval o Brinco de Morelos” en Jiutepec… A estas fiestas, festejos, ferias o carnavales, hay que agregar las que se viven por los rumbos de Ocotepec en varios momentos, particularmente por El Ceremonial de los Muertos en noviembre; la fiesta por la Virgen de la Concepción en Puente de Ixtla el 8 de diciembre; las ferias de Año Nuevo y Los Santos Reyes en Jojutla el 1° de enero y en Xochitepec el 6 de enero respectivamente con otros festejos que han sido sembrados como en ‘Xochi’ lo son la Feria de los Moles en Tepetzingo; la de las Nieves de Alpuyeca y la del Pozole en la Cabecera Municipal, sin olvidar la Feria de la Loma de Mazatepec… Hay muchas más ferias y festejos, entre ellas hoy destaco La Feria de Tlaltenango del 8 de septiembre Día de la Virgen de la Natividad, que no de los Milagros, Señor Ayudante Municipal, aún cuando ese adjetivo puede combinarse… A esta feria, fiesta, festejo que es la más importante y centenaria que tiene Cuernavaca, llegan con sus vendimias mercaderes de Morelos y otras entidades, con sus productos y artesanías que por desgracia ahora tiene mucha más fayuca, así como vestuario y comestibles de diversa naturaleza… Según datos se calcula que casi mil vendedores entre los controlados por los organizadores (más de 700) y los que se instalan en sus domicilios, La feria de Tlaltenango no cuenta con un espacio ferial y por lo tanto, como es tradición es instalada en la empinada pendiente que va de la Glorieta de Tlaltenango hasta casi llegar a La Pradera… En tiempo no lejano hasta los años 60, 70 u 80s, las peregrinaciones de cuernavacenses transitaban desde sus colonias y barrios, para llegar al Santuario de la Virgen de la Natividad por sus Milagros en el Santuario-Parroquia de Tlaltenango, donde el encuentro se daba y aún se da con las peregrinaciones y cofradías que provienen de distintas poblaciones de la Ciudad de México, Puebla, Guerrero, Tlaxcala y varios pueblos de Morelos, para dar gracias o invocar con su credo y fe, la petición o milagro solicitados…  ¡Como recuerdo lo que aún sucede en la Feria de Tlaltenango, cuando los torrenciales aguaceros clásicos de esta temporada, con sus corrientes que bajan por la pronunciada pendiente referida, si no se ponen abusados los mercaderes sus productos son arrastrados por las aguas y siempre esperados para ser disfrutados por quienes se encuentran por los rumbos de La Pradera, donde por este quehacer se divertían en grande y nutrían su canasta de productos y alimentos…! ¡Ahí la dejamos y allá nos vemos! ¡Hasta mañana que será un día más!