Como ya lo habíamos dicho, una cuestión es el Poder Judicial Federal y otro muy diferente pero, que también confluye en el Sistema de Justicia, son los Poderes judiciales de las Entidades Federativas, que entre todos constituyen precisamente ese Sistema, y que como todo parece ser, la citada reforma va a suceder en más o menos dos meses, y ocurrirá a nivel federal, también en lo local, más aún cuando el presidente de la Comisión Nacional de Tribunales Supremos del país, que agrupa y representa todos ellos, ya se ha alineado a la propuesta del partido hegemónico.
Ahora bien, mientras que los poderes judiciales locales, cuya configuración corresponde a cada entidad federativa, resuelven los problemas legales cotidianos de las y los mexicanos: laborales, administrativos, penales, familiares, mercantiles, civiles, entre otros, lo que se ha dado en llamar justicia cotidiana y que es el primer contacto de los gobernados con la autoridad jurisdiccional, es la que presenta serias dificultades en su desempeño, no por falta de capacidades, sino porque atraviesa por múltiples problemas desde presupuestales hasta de capacitación y competencia que pasan por la oralidad en los procesos judiciales, sin olvidar que la corrupción y la impunidad son el germen de muchos de aquellos problemas, lo cual desafortunadamente es una realidad.
Por su importancia y numeralia, el valor de la justicia local es inconmensurable para el interés nacional. De igual forma, al representar un 80% de la totalidad de los asuntos jurisdiccionales del país, es una pieza fundamental para el sostenimiento del estado de Derecho, estado de Derecho que no debe soslayar qué pasa por los cuerpos policiacos y las Fiscalías donde empieza la enorme desconfianza de la ciudadanía desde las denuncias a las que no se les da continuidad y resultan fallidas, porque es un hecho que pocas de esas se investigan y peor aún, menos se judicializan y mucho menos llegan a la sentencia a las personas responsables de ilícitos y la reparación del daño a las víctimas, hablando de materia penal, que en el caso de las causas del orden civil y el resto, hay que recordar que siempre existirán dos partes y una siempre indefectiblemente perderá su caso, pues así están diseñadas las Leyes en México pero también en todo el mundo, lo cual es un hecho que no se quiere admitir cuando de ganar en razones políticas se prefiere ignorar.
Por lo tanto, nos queda claro que tal vez la reforma judicial en los términos en que se ha planteado, no aclara, ni resuelve la percepción ciudadana, esa a la que se le ha vendido la idea de que todo está mal, aunque no haya habido diagnósticos certeros y fidedignos de las causas, los efectos y mucho menos de las posibles y viables soluciones más cercanas a la resolución de los problemas que aquejan a la Justicia mexicana en general.
Nos queda claro, que en los detalles de la citada reforma, esa no terminará de calmar todas las críticas ciudadanas, ni tampoco dan respuesta a la propia propuesta morenista, no obstante todo lo dicho, todos estamos de acuerdo con que la justicia local no puede quedar a los tiempos ni a la discreción de cada entidad federativa, ni mucho menos a una consideración política sin análisis ni propuesta.
Desafortunadamente como mucho ocurre con las cosas en este país … ahí iremos viendo cómo nos pintan los próximos sucesos … en México no aprendemos que las cosas no deben hacerse por ocurrencia, sino con programas y planeación sería y comprometida con las auténticas causas sociales.
EL TEMA DE LA REFORMA AL PODER JUDICIAL SIGUE
142
previous post