1.- Magistrados y sociedad
2.- Las bases guindas
3.- Acapulco: Apoyo
4.- Deportistas
1.- Morelos, insisto, en materia de justicia, está a un paso de caer en la catástrofe de la impartición de la justicia; los responsables de ello serán los 15 diputados que se aliaron para golpear al pueblo; tienen por delante diez nombramientos y puede ser que sean tres más, dos del Tribunal, en caso de que se apruebe el retiro voluntario, con lo que usted y todos los morelenses los mantendremos hasta que mueran, después a sus esposas y si le parece poco, hasta los hijos; así de ventajosos; los inquilinos del congreso lo aprueban; tan así que argumentaron que si falta dinero, ampliarán el presupuesto. Lo que frenó la insensatez fue el ejecutivo que llevó una controversia, pero los 15 insisten y lo seguirán haciendo; las “razones” que se conocen son terribles en contra de estos señores, a los que parece que nada les afecta, que van a obedecer las órdenes y sus intereses por arriba de la ciudadanía que se encuentra en estado de indefensión, por lo que es la hora de que se manifieste, pero está apática, desinteresada, ajena, distante, resignada a su suerte, sin embargo, sí hay grupos, como las barras de abogados, para que se echen a cuestas estas tareas que son de vida o muerte para la justicia morelense para los próximos 14 años.
Quizá estoy pidiendo lo que no corresponde, tal vez a los integrantes de las barras no les sea, tal vez hasta algunos estén de acuerdo con aspirantes incapaces e inexpertos, que se van más del lado de sus patrones que de las leyes y menos de la justicia, tal vez así sería más sencillo encontrar ¿arreglos?, ¿beneficios?, ¿privilegios para clientes?; eso no se sabe, serían los litigantes, en todo caso, los que los padezcan en directo, pero, en general será el pueblo; serán 14 largos años a merced de magistrados limitados, y todo por estos 15 diputados: cuatro gracorrabinistas, cuatro azules, dos naranjas, una dueña del PT, un perverso, la esposa de Yáñez, Anrubio y el tricolor Eliasib, casi cero a la izquierda, pero es cuate de Alito, el desprestigiado dirigente del priísmo nacional, el que entregó a la derecha al partido a cambio de migajas, y los 15 serán los responsables de esta tragedia.
Los partidos no se han manifestado, salvo los guindas que han reconvenido a los suyos, el resto de las dirigencias ha quedado muda ante lo que se escucha en los pasillos sobre el atropello que está por llegar contra la sociedad por parte de sus representantes en el congreso local; nada habla de que les interese la sociedad a los naranjas, los azules; ahí seis votos; Rabín sigue tras la puerta, enviando a los suyos, no se compromete; nunca lo hace, pero sí saca tajada de las situaciones; sólo que esta vez le falló; está en evidencia; exige llevar a Lucia Espejo al TSJ sin importar sus limitaciones, lo trascendente son las posiciones, no el pueblo; a éste sólo lo usa para discursos; está al descubierto ante todos.
La única forma de que se desdiga esta situación es que los diputados transparenten este proceso, que se conozcan los currículums de los que están en las finales, pero, parece que no es su fuerte el que el pueblo se entere de lo que hacen, por lo que van a seguir en este tenor, así se los lleven los pingos, así se carguen de desprestigio mayor. Parece que los beneficios serán mayores, de lo contrario no se explica su proceder deleznable.
2.- Las bases guindas deben nutrirse de estudiantes, obreros, campesinos, profesionistas, del pueblo para que cada vez se llegue más a todos, para que sean todos los que decidan el futuro deseado y que debe ser del lado de los que más necesitan, de los progresistas.
3.- El pueblo va directo con los acapulqueños; el gobierno no ha escatimado ayuda y el respaldo que sea pertinente para sacar adelante la situación; ahí el dinero que se dará, pero a la derecha nada le parece, encontrará peros, allá quien les crea; la mayoría está en el lado correcto, sabiendo el esfuerzo que se realiza; que los carroñeros sigan el suyo.
4.- Los deportistas en la entidad se encuentran indefensos, se lesionan y nadie los respalda; las autoridades son indiferentes y, al no existir prensa crítica, hacen lo que se les antoja. Siempre ha sido así, pero en los últimos 11 años es peor, como la indiferencia.
