“¡Si causas mal a un periodista, lo pagarás toda la vida!”.
En Nayarit durante su gira de trabajo y discurso de arengas en el atril mañanero improvisado, Andrés Manuel López Obradordejó en claro que el único que manda en este País por encima de cualesquiera de los que se puedan sentir supersecretarios, Jefes, Comandantes “o los muy muy” es Él, como Señor Presidente de la República… Cuestionado sobre los temas que infieren a la Marina y al Ejército, luego de ser solicitados para que dieran respuesta sus respectivos secretarios ahí presentes, Andrés Manuel se abrogó la palabra y el Derecho para atender las preguntas y dar respuestas… Fueron solicitados por los periodistas para que se pudiera escuchar al Secretario de la Defensa Nacional Luis Cresencio Sandoval y al Secretario de Marina José Rafael Ojeda Durán, por la denuncia de AMLO respecto a la intención de “socabar a las fuerzas militares” perosin más “El Peje” respondió categórico tanto a los periodistas como a los ahí reunidos: “Yo voy a dar las respuesta; soy el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas”… Luego de esta categórica e inesperada respuesta, queda claro que en nuestro País, todos sin distingo incluyendo a sus “minipoderosos” secretarios de Estado, en México estamos sujetos a su autoridad, voluntad, expresiones, ideas, decisiones, aciertos, errores u ocurrencias… O sease, como dicen sus ‘chairos’ y miles de mexicanos ¡“En México, nomás sus chicharrones truenan”…! Que conste, la pregunta es ¿si éste autoritarismo impositivo es por el tiempo que le resta a su sexenio o irá más allá, haya o no elecciones…?
La SG Alcalde ¿de adorno…? Luego de que se fue de la Secretaria de Gobernación Adán Augusto López Hernández para ser simple ‘corcholata’ en búsqueda de ser el Coordinador de la Cuarta Transformación, en su lugar quedó Luisa María Alcalde Luján, para tratar de llenar el hueco de su antecesor y la otra fémina que ocupo el mismo lugar al inicio del presente sexenio Olga Sánchez Cordero, quien al término del tiempo que le permitió su Jefe el Presidente de la República, retornó a su Escaño del Senado sin reflectores ni mayor posibilidad de ser algo más, luego de que también dejó su condición de Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación… No habría mayor problema con la jovencita Secretaria de Gobernación Alcalde Luján, si no fuera porque debemos recordar que constitucionalmente las funciones de la Secretaría de Gobernación entre otras, son las de conciliar y coordinar todas las cuestiones políticas con todos los personajes, personeros, agrupaciones, organizaciones, estructuras religiosas, partidos políticos, gobernadores, diputados, senadores y hasta presidentes municipales, junto con otros que le entran a esto de ‘la grilla’, la política y la politiquería en todo el País… Como consecuencia de la aplanadora política que lo es el Presidente Nacional quien la puso en ese Puesto, sus breves meses transitados en la Secretaría, para Luisa María han sido prácticamente inadvertidos no sólo en el Edificio de Bucareli sino por su poca presencia cuando ha sido convocada o invitada y ha asistido prácticamente de inadvertida… A la Secretaria de Gobernación no le sabemos ni recordamos alguna acción, trabajo o declaración de trascendencia en estos tortuosos tiempos político-electorales de la Cuarta Transformación, pues de hecho y por Derecho o sin él, quien todo maneja en este sector gubernamental de la política lo es el Primer Mandatario del País… Que conste, Luisa María Alcalde sólo apareció en sendos momentos de coraje y desquite de su Patrón, Jefe o Mandante, cuando éste fue legal, jurídica y constitucionalmente puesto en su lugar por la Suprema Corte de Justicia y el INE, contra quienes la Secretaria de Gobernación fue ordenada para el envío de sendos documentos de inconformidad o protesta que con toda facilidad le fueron respondidos y minimizados con sustentos legales por ambas instituciones donde bien saben de estas cuestiones de la Ley y el Derecho… Después de la segunda misiva abatida a la Secretaria de Gobernación, López Obrador no la ha vuelto a usar para estos penosos menesteres… ¡Dignidad y honor Señora Secretaria! ¡Hasta mañana que será un día más!
