Los resultados de la gestión de gobierno municipal se traducen en obras y servicios. Por supuesto, su difusión, a través de la comunicación institucional es pieza clave. La sociedad tiene derecho a saber qué se ha hecho y qué falta por hacer en su comunidad, en qué y cómo se han utilizado los recursos públicos y si los gobernantes están cumpliendo o no con el encargo que el voto popular les confirió.
Es cierto que los gobiernos anteriores heredan problemáticas a las nuevas administraciones. Sin embargo, que se hayan producido en los periodos de quienes los antecedieron en los cargos públicos no puede ser pretexto para evadir la responsabilidad de encontrar soluciones, atender los problemas y corregir el rumbo.
Una de esas problemáticas se encuentra en los desarrollos urbanos que se han venido construyendo en diversos municipios cercanos a la capital del estado. Encontramos desde mala planeación, que lleva a contar con deficiencias en los servicios públicos y las comunicaciones hasta franco abandono en varias de ellas. Hectáreas y hectáreas de viviendas que resultaron un buen negocio para las empresas constructoras, pero que con el tiempo han generado cada vez más problemas, parte en lo público y parte en lo privado, pero que por igual deben ser regulados y sancionados por las instituciones de gobierno.
Tal es el caso de Xochitepec, cuyo alcalde de extracción priista, Roberto Gonzalo Flores Zúñiga, “Chalo Flores”, en cuyas redes sociales ha publicado actividades que van desde lo familiar, lo cultural, las tradiciones y festividades populares, la cascarita que jugó con Cuauhtémoc Blanco, reuniones con otros políticos y funcionarios, el consejo político de su partido, el PRI, sus actividades como presidente del IDEFOMM, sus viajes y hasta la próxima presentación de la primera mujer de origen mexicano que viaja al espacio, que acudirá en próximas fechas a dar una charla motivacional, basada en su experiencia.
Todo eso está bien, pues, pero mientras, cada vez son mayores los rezagos y carencias en los servicios públicos municipales, junto con la creciente decepción de muchos de los habitantes que los están padeciendo. Como ejemplo, el evidente abandono y falta de atención a calles y avenidas de la zona que va desde la entrada del World Trade Center hasta la zona de Santa Fe II, sin iluminación, en la que hasta hace pocos días estaban colgadas con diablitos luminarias para el servicio público, que fueron desconectadas por personal de la Comisión Federal de Electricidad.
A Chalo Flores podría aplicarle la del candil de la calle y oscuridad en las calles del municipio. Porque no sólo es el tema de los diablitos. Los funcionarios que lo acompañan poco ayudan al munícipe si forman parte de negocios poco transparentes, relacionados con los servicios de recolección de basura, licencias de funcionamiento, construcción y demás. Claro que esta investigación apenas comienza y, según el decir de los vecinos del lugar, hay mucha tela de donde cortar.
Y para iniciados
El partido del presidente López Obrador, Morena, está en pleno proceso de renovación de sus órganos de dirigencia. Ya sacaron las uñas varios de los que pretenden hacerse del control del partido para incidir en la distribución de las candidaturas. Ninguna diferencia entre Morena y su abuelito el PRI, andan ofreciendo dinero para llevar gente a votar y comprometiendo candidaturas a nombre de uno u otro personaje político. Dolores Padierna y René Bejarano, sí, el señor de las ligas, han estado activos en la entidad, así como otros que se quieren sumar, el hermano del gobernador, Ulises Bravo Molina, que también anda en las mismas, pero sigue sin ser bien visto por las huestes locales. Una elección interna que de entrada ya apesta a corrupción.
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