Hoy, la secretaria de seguridad del gobierno federal, Rosa Icela Rodríguez, presentó en la mañanera del presidente López Obrador indicadores estadísticos para afirmar que diversos delitos de alto impacto van a la baja con respecto a los máximos históricos registrados precisamente durante este sexenio.
El presidente, por su parte, como lo hace cada vez que un nuevo asesinato llama la atención de la opinión pública por tratarse de un feminicidio, de un activista defensor de derechos humanos o de un periodista, volvió a reiterar que como nunca, todos los días a las cinco de la mañana se reúne el gabinete de seguridad para atender estos temas.
Nosotros nos preguntamos ¿de qué sirve que todos los días se den cita en Palacio Nacional o en el estado de la República donde anden estos altos funcionarios, si la realidad es que como nunca, para usar las palabras de López Obrador, la violencia asesina campea en el territorio nacional? Ha habido más muertes violentas, de diferentes clasificaciones, en lo que va de su periodo de gobierno que en los sexenios anteriores.
Apenas el sábado pasado fue asesinada a tiros Cecilia Monzón Pérez, mientras conducía su camioneta en el Camino Real a Cholula. Monzón Pérez dedicó su vida a la defensa de los derechos de las mujeres e incluso ella fue víctima de violencia de género. En un acto de protesta ocurrido el día de ayer a las puertas de la Fiscalía poblana, las mujeres que se congregaron denunciaron que Cecilia no había recibido protección a tiempo, pues ya pesaban sobre ella amenazas de muerte, provenientes de un político poblano.
La exigencia es la misma que para los miles de casos más: que no queden en la impunidad. Vea usted, nada más este mismo fin de semana otras cuatro mujeres fueron asesinadas en jalisco. Si sumamos a las del resto del país las cifras son aterradoras, con todo y que las autoridades digan que trabajan desde las cinco de la mañana, como no lo hacían los anteriores gobiernos.
En su persistencia, más cercana a la obcecación y la necedad, López Obrador reitera que su gobierno protege a los delincuentes porque también son seres humanos, que no va a actuar como en el pasado, que no los matarán, cuando nadie le ha pedido que lo haga, nadie le ha solicitado a AMLO que los mate ni que viole sus derechos, sino que aplique la ley, que no les permitan actuar con impunidad, que, si cometen un delito, sean detenidos, investigados, procesados y sancionados conforme a las leyes.
Pero parece que al presidente la única ley que le importa es la de su personalísima forma de ver las cosas. Todo lo demás, dice, son ataques de sus adversarios. Y así, no se puede esperar nada bueno para lo que resta de su mandato.
Y para iniciados
Las corcholatas, así llamó el presidente a los posibles aspirantes a la candidatura presidencial de Morena para el 2024, ya andan en actividades de promoción personal, con el pretexto de apoyar las candidaturas de su partido en las entidades federativas en que habrá elecciones este año. Y la pauta la dio el mismo AMLO, pues sugirió, lo que en el lenguaje presidencial es lo mismo que dar una orden, que la selección del candidato se haga a través de encuestas. Por eso, están muy preocupados y ocupados en dar una buena imagen en los medios de comunicación, las redes sociales y en los actos públicos.
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