En un México convulso, con un pueblo repudiando a un viejo sistema obsoleto, en un fin de época cuajado de privilegios para unos pocos y hambre lacerante para un resto abrumador, dio paso a un tiempo de esperanza, desgraciadamente trastocado en cinco años de terror e incertidumbre en el que hasta los propios gestores de la Cuarta Transformación no tienen asegurada, en la melé electoral, su propia supervivencia.
Por encima de una votación en contra de la llamada “mafia del poder” que un pueblo sufrido aplicara a aquellos que lo habían humillado durante 70 años, el olor rancio de inútiles instituciones creadas para el latrocinio oficial, abonadas con el abuso de los corruptos, empezó a deslizarse imperceptiblemente hacia el escape; entonces, se fue instalando una verdad terrible. Había que superar el tramo de la realidad, no se logró, al quebrantar los lideres, los postulados del Proyecto Alternativo de Nación dando paso a la Cuarta Trituración.
Apenas el 24 de marzo escribía: A más de cuatro años de haber asumido la primera magistratura de la nación, el AMLO que pretendía llegar a la silla presidencial ya no es el mismo que ahora. Todo lo que prometía como candidato lo ha destruido con sus mentiras, con sus engaños, con otros datos y con sus traiciones como presidente.
Los primeros traicionados fueron 30 millones de mexicanos que con su voto depositaron la esperanza de tener un nuevo gobierno que les diera mejores condiciones de vida, treinta millones de seres que creyeron en sus promesas de que “primero los pobres”; que creyeron que su gobierno sería distinto, que acabaría con la corrupción, que no habría más pobres, que tantas cosas más …
Para cualquier persona ha de ser de suma decepción ver que su Proyecto de Vida esta tristemente transformado por: su propia y enfermiza obnubilación al sentirse “todopoderoso”, por la traición, por el engaño, por la perversidad, por la convenenciera omisión de muchos funcionarios morenistas o no.
Varios casos de corrupción de este sexenio se han documentado, dos, han sido diseño y creación de la Cuarta Transformación, el Instituto de Salud para el Bienestar, el INSABI y Seguridad Alimentaria Mexicana, SEGALMEX.
El primero fue creado para cumplir con la universalidad en la atención a todas las enfermedades, así como el suministro de los medicamentos específicos, a diferencia del Seguro Popular, al que sustituyó, que por su forma y diseño estaba restringido en muchas especialidades. Una mala planeación y una corrupta administración llevó al INSABI a su desaparición. Además de la inhumana afectación a la población afiliada, el quebranto económico rebasa los 500 mil millones pesos.
SEGALMEX es el organismo creado por el presidente para garantizar la autosuficiencia alimentaria. Fue diseñada por el Gobierno de la Cuarta Transformación para ser la heredera de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares, CONASUPO, una paraestatal que se dedicó a garantizar la compra y regulación de precios en productos de la canasta básica. Las corruptas administraciones que transitaron en ella la llevaron a su desaparición.
SEGALMEX se ha constituido como el hoyo negro de las finanzas de la Cuarta Transformación, desde su inicio, se vio envuelto en la polémica, se volvió un canal que fue utilizado para desviar fondos públicos. En su corta existencia, comparado con la de CONASUPO, ha estado marcado por acusaciones de corrupción. La fiscalía general de la República abrió 661 investigaciones y hasta el momento ha judicializado al menos dos. Por una de estas, que se trata de una compra irregular de azúcar, fueron emitidas 22 órdenes de aprehensión contra exfuncionarios y empresarios por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Bajo la dirección de Ignacio Ovalle, SEGALMEX comenzó a utilizar un concepto denominado “recepción jurídica”, una figura no descrita en la administración pública que implicaba que el organismo pagaba a los proveedores la totalidad de los contratos, pero las empresas conservaban los productos hasta que la dependencia los solicitara. Esta práctica me recuerda a una película mexicana “Nosotros Los Nobles” que narra proyectos fantasiosos, proyectos irreales, proyectos exquisitos para la estafa de incrédulos, como son los contratos establecidos por SEGALMEX como: la venta de pilas eléctricas en el extranjero que no llegaron a las manos que debían llegar, las de los más pobres de México, compras de champú para piojos, gelatina, chocolate, café o machaca. Contratos que, manejaron compras consolidadas, que varios proveedores no entregaron los artículos en su totalidad, o que se adquirieron artículos que no eran solicitados por las comunidades y que se convirtieron en artículos de lento y nulo desplazamiento y en muchos casos … en artículos en mal estado.
La Comisionada del INAI, Norma Julieta del Río Venegas. Dijo “El asunto de SEGALMEX ha sido señalado como un caso de corrupción, incluso, mayor al de la Estafa Maestra en el sexenio pasado. Esto no es menor, ya que, desde los inicios del actual gobierno, el combate frontal a la corrupción ha sido una de las principales promesas y compromisos”, pregunto: el dar a conocer las irregularidades, los robos, los latrocinios, lo mal habido, las desviaciones, las estafas, la corrupción, ¿son motivos para pretender la desaparición del INSABI?
El argumento de la película, así como los fraudes de las creaciones del gobierno federal, nos sitúa en dos perspectivas pesimistas sobre las expectativas del público, el primero en relación con la mediocridad del cine nacional y el segundo en relación con la tragedia nacional llamada la Cuarta T, ambas fundadas en engaños que conllevan traición.
¡Amigos les dejo como siempre un saludo con mucho afecto!
