Hace setenta años recién terminada la segunda guerra mundial, mi Padre me llevaba a comprar zapatos a una zapatería que se ubicaba en la calle de Guerrero, propiedad de una familia judía que se había refugiado en nuestro país y elegido a Cuernavaca para tratar de olvidar el trauma de la sufrida persecución y cárcel a causa de los nazis. Atento escuchaba su plática, el tema era obligado, las consecuencias y noticias que se tenían del Holocausto y la búsqueda de justicia y castigo para los causantes de tal averno.
Infante ingenuo me llamaba la atención los ojos verdes de la señora, ojos en los que no veía la chispa de alegría que apreciaba en otras personas. Ojos verdes, secos de lágrimas, de tristeza profunda, de dolor con grito reprimido, ojos que suplicaban al divino la entereza para el sufrimiento engendrado por el odio inaceptable e intolerable del nazismo.
Tiempo después me enteré que la señora murió con la mente desquiciada por el dolor de no haber recuperado nunca a sus dos hijos que se quedaron en un campo de concentración retenidos por la SS Nazi.
En mi vida he visto cambios sociales y políticos de nuestro país, sentí la amenaza del comunismo soviético con LEA y el JOLOPO, viví y sufrí sus fraudes gubernamentales que a muchos empresarios nos llevaron a la quiebra, mientras ellos se hinchaban los bolsillos de dólares pagados con moneda nacional la que no tenía respaldo ya que bastaba solo con echar a andar la maquinita de hacer billetes para seguir en una falsa vorágine socialista llamada “Tercer Mundo”.
Luis Echeverría Álvarez fue un presidente con una gran “inclinación egocéntrica” que buscaba su “consagración internacional” fue un caso incorregible de locuacidad, monomanía y desequilibrio pretendía que su voz fuera escuchada y atendida por todos los mexicanos, pero también por los grandes monarcas y los poderosos jefes del universo.
Su locura y obsesión de grandeza lo llevaron a la pretensión de erguirse como árbitro de problemas internacionales, intentó “arreglar” el conflicto entre árabes e israelíes, guerra que originara el asesinato de Anwar el Sadat, político y presidente egipcio, Premio Nobel de la Paz en 1978 de una gran estatura conciliadora lo que logró solo con su fallecimiento. LEA intentaría encabezar a los países del Tercer Mundo, dictó una Carta de los Deberes y Derechos Económicos de los Estados, buscando con su desequilibrado ego el Premio Nobel de la Paz. Sus intentos nunca fueron considerados por la incongruencia de sus principios.
El viernes pasado se publicó una caratula en la revista ¡Siempre! que hizo sentir agresión hacia el pueblo judío por uso de símbolo nazi contra Sheinbaum. Generó una ola de rechazo y condena debido a lo ofensiva. En dicha portada, se presentaba una imagen de perfil de la precandidata Claudia Sheinbaum con una banda en la frente donde puede observarse la esvástica nazi.
En la editorial titulada «No permitamos que gane», Pagés asegura que «si permitimos que pase Morena, si dejamos que gane Sheinbaum, los exterminadores de México no solo serán los SS de la 4T, sino una oposición sin coraje para impedir que México quede en las garras de un proyecto despótico y transexenal»
Se entiende el postulado de la revista por los atentados que la Cuarta T tiene contra el pueblo de México en aras de una democracia inexistente. La reacción de Beatriz Pagés al retirarla fue agradecida, sin embargo, ella la consideró atentatorio a la libertad de expresión.
El texto del artículo da a entender que el reciclamiento de la Cuarta T se está gestando con Claudia Sheinbaum, significando la continuidad del régimen autoritario que se padece, con la amenaza de la desaparición de las instituciones restantes que hasta ahora prodigan libertad, el Instituto Nacional Electoral, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los partidos políticos, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Proyecto radical dogmático que será incisivo en el pretendido cambio constitucional para el período 2024-2030 y lograr el carro completo para que le cumplan a su majestad los desquiciados caprichos del amenazante gobierno autoritario de la Cuarta T y qué es lo que el semanario ¡Siempre! previene.
Por cierto, cada 10 de diciembre en Estocolmo, Suecia se entrega el preciado Premio Nobel de Paz, en esta ocasión, los hijos de la iraní Narges Mohammadi, han recogido este domingo en el Ayuntamiento de Oslo el galardón concedido a esta defensora de los derechos de las mujeres. Mohammadi no ha podido acudir al acto porque desde noviembre de 2021 está cumpliendo una condena de 10 años de cárcel en Teherán por difundir propaganda contra el Estado.
En una carta leída por sus hijos, los gemelos Kiana y Ali, de 17 años, la activista ha asegurado que el pueblo iraní acabará venciendo al autoritarismo de un Gobierno que ha perdido la legitimidad y el apoyo público.
Pecado es criticar a una periodista, más, cuando le asiste la razón, pero creo que esa lucha la debe retomar con energía, pero sin agravios, aprovechando que han sido muchos los errores que AMLO con locura, monomanía y desequilibrio ha cometido y que sigue cometiendo, orillando a MORENA a la recurrencia del ataque insano, el pueblo transita de ser testigo a ser actor político que refrendará el sustento de la libertad que aún tiene sin caer en un traicionero holocausto. El pueblo mexicano acabará venciendo al autoritarismo de la Cuarta T que ha perdido legitimidad, respeto, dignidad y respaldo público.
