1.- Urióstegui igual de intermitente
2.- Clases sí
3.- Maricela
4.- Regional: Derecha
1.- José Luis Urióstegui tan intermitente en su accionar como él, veleta como él, sin la sombra, siquiera, de columna vertebral, sin ideología y tantas ambiciones, pero para él, no para la ciudad, ésta verá tres años más a su alcalde pensar: “cuando sea gobernador”.
La extraña relación entre Villalobos y Urióstegui pareciera premonitorio, parecer que se cerniera sobre la ciudad un presagio de que, a un bateador emergente que se poncha con cuatro lanzamientos, viene otro que lo hace en tres, y no en dos porque se requieren tres, y tengo razones de peso para lo que escribo: Su carácter, su falta de ideología, sus tantos compromisos, la carencia de equipo propio, inmerso entre tiburones, pero no en calidad de víctima, sino por elección; quería ser alcalde a cualquier precio y tendrá que pagarlo.
Abandona pronto los compromisos; se ponen difíciles las cosas y se aleja; le sucedió en la administración de Sergio Estrada y luego con Graco Ramírez, dos gobernadores de lo más cuestionados, el blanquiazul y el perredismo, dos partidos antagónicos en su época, hoy comiendo en igual plato aunque, hasta entre estos organismos políticos hay clases.
Alguna ocasión le pregunté sobre su debilidad de carácter; su respuesta no fue amable, su semblante decía lo que la palabra contenía, y sostuvo que no tenía el carácter que se advertía en él, que a Graco supo responderle. Nunca es lo mismo hacia arriba que hacia abajo –acoto yo- y habría que ver qué sucedió y qué tanto reclamó a su ex patrón, con el que, según Ruth Arias, acordó sobre el 2012, cuando se fue a dormir la ciudad con la idea de que José Luis sería el próximo alcalde y al despertar que sería Jorge Morales.
De la falta de ideología, es claro del tricolor al mundo, pasando por varios partidos y no se siente cómodo con ninguno, ni con una supuesta independencia que no fue tal, puesto que se tenía la sombra de Hugo Salgado Castañeda, dejando como herencia que César fuera regidor, de apenitas, pero ahí está, y se le dan las cosas, sin ninguna trascendencia.
De los tantos compromisos, aquí algunos, de los que se saben; pudiera haber otros, o no sé, pero ahí está lo de los carnalitos Terrazas, pero luego resulta que Villalobos le dio la estructura propia para que ganara, según el petismo, con lo que, además de los Terrazas se tiene a Villalobos; con el PSD, con la ventaja de que perdió el registro; igual con los amorfos, quienes siguen aconsejando que traicione al panismo, se declare independiente al principio y luego se vaya con el morenismo, como si este partido estuviera deseoso de alguna adquisición, como si Urióstegui le fuera a hacer el favor; así, sobrado, y son los morederechistas los que se comprometieron a llevarle a lo que será su nuevo partido, al fin los carnales están confiados en que su abanderado cumplirá, y si estos pactos le parecen pocos, igual se sienta con Ángel García Yáñez, cuyo enviado es Felipe Castro Valdovinos, y, todavía más, las malas lenguas hablan que un tal Mr X pasó más de una hora con él, y no sé con cuántas personas más. En fin, el caso es que son tantos y tantos.
No tiene equipo, y eso lo he recalcado; con principios, honesto y demás, sólo Carlos de la Rosa; la mayoría son sólo anclas, en fin, aquí el panorama del futuro alcalde, Pepe.
2.- Las clases sí, donde nada se logrará por la fuerza, todo por la razón y el derecho; es la cuarta transformación, es lo mejor para la comunidad educativa, y pronto serán las escuelas abiertas para todos, pero con una garantía mayor de que el virus ya no será tan contagioso, en un acto de responsabilidad, donde comulgue el saber, salud y la vida.
3.- Maricela Velázquez fue expulsada del tricolor o casi. Alejandro Moreno, Eliasib Polanco y Jónathan Márquez se unieron para hacer pedazos al tricolor y están cerca de ello. Si los dejan perpetuarse, en el 24 van a perder el registro, y sus militantes duermen.
4.- Hoy los encargados de la sala regional estarán en una disyuntiva: demostrar que van con la razón y el derecho o seguirán cargándose hacia la derecha; darle el triunfo a Gordillo en el distrito uno local o ser ecuánimes y permitir que los argumentos morenistas (Ale Flores) fluyan. La derecha o la razón, ésa es la cuestión.
