1.- Unirse es ayudar
2.- Por los docentes
3.- ¿Cuernavaca languidece?
4.- ¿La Uni?
1.- Unirse es prestar ayuda, no sólo solidarizarse; es gestionar y aportar, estar cerca del que necesita la ayuda no mañana, aquí y ahora. Veo pocos en esas condiciones; otros sólo la palabra, el discurso, nada trascendente; en su casa felices y no al lado del que les necesita en los instantes más oscuros de su vida, cuando se perdió todo lo que se tenía.
Se vuelven y lo único que encuentran es lo que se lleva puesto, pues la vida, tras años de trabajo sólo les dio un puesto y alguna mercancía para vender. No se crece porque cuando se tuvo un dinero extra para comprar más, vino una enfermedad urgente de atender, o la reparación de la casa que no podría esperar o cualquier situación igual.
A los comerciantes de Cuautla se les brindará respaldo oficial, pero sigo con la pregunta de siempre, dónde están las cuatro legisladoras de la heroica.
Brenda Espinosa ni se ha aparecido; su señor padre, administrador de Agua Hedionda, cobrando por todo y olvida acuerdos; podría decir, “yo soy diputada federal de Jojutla, no Cuautla”, sin embargo, lo fue de esa ciudad e igual pasó de noche; no le interesa nada que no sea ella; ve lo que sucede con su papá y ni siquiera ahí busca el diálogo para aliviar la situación.
Juana Guerra tampoco aparece, no se sabe de ella, tal vez de vacaciones, quizá haciendo gestión; a lo mejor lamentando el hecho; en una de ésas llega y aporta, así sean centavos y la solidaridad, pero se duda porque no es así; su alejamiento hacia el pueblo es claro, y es por ello que no me explico como a ella y a Brenda se le entrega el voto y, a cambio, no se les ve en los tiempos de necesidad. No son pobres; sus familias son pudientes.
Lucía Meza, de ella he dicho suficiente, pero no se escucha en el pueblo y se le da el voto, de lo contrario no seguiría en el poder y no tuviera aspiraciones; no esperemos la autocrítica, porque para ella y sus corifeos, siempre ha sido excelente, así se catalogará.
De la familia Arredondo, no deja de ser lamentable perder los bártulos en horas en las que se requiere la comprensión. Tratan con los que han perdido todo, los que no tienen el dinero para volverse a levantar, por lo que es la hora de recorrer, y hacen bien, pero con empatía, con tolerancia.
Ahí los respaldos gubernamentales, entregados con honestidad; el pueblo sabe reaccionar a la hora justa; que vuelvan a andar los Arredondo; que la actitud sea otra.
Señores autoridades municipales, por otro lado, lo hacen mal, es la violencia la que campea, pero, vamos, que se atienda ahora a los comerciantes; es la hora de ayudar.
Si el presupuesto se hubiera pensado equitativamente, Cuautla tendría más recursos, pero se dejó que Alonso y los panistas se sirvieran con la cuchara grande; por fortuna, el gobierno estatal apoyará directamente a los comerciantes; además, ya hay recursos para la remodelación. Las legisladoras que en la Heroica viven ¿qué han hecho, señoritas?.
2.- Se reinició el ciclo escolar, y en la Sección 19, con Gabriela Bañón al frente, se está al pendiente; se ratifica que la lucha por los derechos de los trabajadores de la educación es de siempre, por lo que se reitera que la planilla de unidad, con los mejores hombres y mujeres, es un trabajo que vale la pena emprender todos los días. “Unidos por el bien de todos, en esta apertura democrática para fortalecer nuestra organización que es de todos”, sostiene la dirigente de la sección mencionada. “¡Es de todos!, ¡vamos todos!.”.
3.- Al tiempo que José Luis y los regidores se reúnen con representantes de colonias, las nuevas y las de siempre, afuera siguen los asesinatos. Urióstegui igual que el amigo de Rabín, Agustín Alonso, adentro papi Agustín rindiendo informe y Napoleón cantando, afuera, los asesinos disparado sobre los yautepequenses. El más reciente crimen, en la Nopalera, pero los Alonso se preparan para 20 años más en el poder, aunque el suelo sea escenario de los ríos de sangre que siguen surcando, como en Cuernavaca y en Zapata.
4.- En la universidad, la buena noticia, regresa Jorge Juárez Cuevas al sindicato de académicos. Le será de gran utilidad a Mario Cortés que pierde la combatividad. Las cosas pueden cambiar para bien de los trabajadores. Urquiza se sentía seguro.