- Ulises Bravo, delegado en funciones de presidente de Morena en Morelos, fue abucheado
- Le gritaban: “¡Fuera, fuera, fuera!” y “¡Chapulín, chapulín!”
Miles de militantes de Morena abuchearon a Ulises Bravo, delegado en funciones de presidente del partido en Morelos, durante una asamblea informativa en la que estaba presente la líder nacional Luisa María Alcalde; y con los gritos de «¡Chapulín!” y “¡Fuera!” opacaron su atropellado discurso.
El medio hermano del exgobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo fue uno de los primeros en tomar la palabra como anfitrión en la entidad para dar la bienvenida a Luisa María Alcalde y al secretario de Movimiento de Morena, Andrés Manuel López Beltrán.
En cuanto fue anunciada su participación, iniciaron los abucheos y gritos: “¡Fuera, fuera, fuera!” y “¡Chapulín, chapulín!”. Ulises tomó el micrófono y empezó a hablar con la esperanza de que el rechazo se desvaneciera.
“Tengo entendido que se trata de un evento de acercamiento con la militancia y lo que se supone que teníamos que demostrar es que tenemos una militancia fuerte y unida, que hoy tenemos a la primera gobernadora en la historia de este estado”, destacó.
Al fondo, los gritos de repudio no solo continuaron, sino que tomaron fuerza, y era casi imposible escuchar con claridad la voz del medio hermano del exfutbolista, quien, aferrado al micrófono, continuó.
“El objetivo no es generar discordia ni desacuerdos, entiendo perfectamente que el proceso electoral pasado dejó algunas inconformidades, de las cuales no soy responsable; pero mi intención no es estar aquí para generar controversia y polémica, sino solamente para dar la bienvenida a los miembros de nuestro Comité Ejecutivo Nacional”, añadió.
Nada de lo que decía logró hacer que la militancia detuviera los gritos en su contra.
“No quiero salirme de ese contexto, así que me despido saludándolos y diciéndoles que hay Ulises Bravo para rato, y que estoy a sus órdenes”.
En el rostro del tepiteño se notaba la molestia y, con una sonrisa nerviosa, regresó a su asiento y, en el proceso, saludó a las y los integrantes del presídium. Solo entonces las y los militantes de Morena guardaron silencio.
Tras la notable evidencia de inconformidad de la militancia con Cuauhtémoc Blanco y Ulises Bravo, a quienes acusan de apoderarse a la mala del partido en Morelos, Luisa María Alcalde destacó la necesidad de fortalecer la unidad del partido al tomar la palabra.
«Si nosotros no nos dedicamos a cuidar a Morena y nos dedicamos a pelearnos entre nosotros mismos, y si no vemos que los que quieren bloquear la transformación están allá enfrente, pues nos vamos a equivocar», dijo con voz enérgica.
Luisa María Alcalde destacó que el método de insaculación ha sido clave para incluir a personas extraordinarias en las listas plurinominales, fortaleciendo la representatividad de Morena. Subrayó, además, que el partido no debe convertirse en un instrumento del Estado: «El gobierno es el gobierno y el partido es el partido», señaló, subrayando la necesidad de que ambos actúen con independencia, pero con la responsabilidad de apoyar a sus representantes. Este enfoque, dijo, es fundamental para que Morena no pierda de vista sus principios fundacionales, los cuales deben guiar a todos los gobiernos surgidos de sus filas.
La asamblea fue también un espacio clave para que la militancia expresara sus inquietudes y aspiraciones. En este sentido, se puso énfasis en la credencialización de los casi dos millones de afiliados, asegurando su participación plena en el proceso democrático. «El objetivo es claro: hacer de Morena un movimiento no solo para el presente, sino para las futuras generaciones», concluyó Alcalde, invitando a la militancia a comprometerse activamente con este propósito de largo plazo.