“¡Si causas mal a un periodista, lo pagarás toda la vida!”.
La muy cacareada macroobra nacional que lo es la construcción del Tren Maya, orgullo de la Cuarta Transformación como consecuencia de quienes en ella participan encabezados por el Mandatario Andrés Manuel López Obrador, amén de todo lo que ha dejado como evidencias propositivas y negativas a lo largo de su edificación, tiene a su Padre Gestor que lo es el Señor López y a sus hijitos e hijastros que la hacen suya para tratar de terminarla, presentarla y explotarla como una maravilla del mundo, sin que realmente sea para tanto… Frente a todas las protestas que ha tenido esto del Tren Maya, entre personas, instituciones, agrupaciones y organizaciones defensoras de los árboles, la selva, la ecología en general y particularmente por la fauna de esa Región, a cual más todo ello de inmensa belleza, atractivo y utilidad para su equilibrio, junto con los vestigios arqueológicos que son cultura e historia en cientos de espacios por los pueblos atropellados y desaparecidos, junto con los miles de objetos de la cultura Maya que se han perdido, saqueado o robado para siempre, también están los irreparables daños a los mantos acuíferos subterráneos o visibles que transitan por las tierras firmes o calcáreas de la Península de Yucatán, por los rumbos de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo… A punto de ser realizada la primera prueba en uno de los tramos en los más de Mil 550 kilómetros de recorrido que tiene este Tren, empiezan a circular a cuenta gotas algunos datos que esperamos sean reales, con respecto a este transporte convertido en el sueño dorado del dueño de “La Chingada” en Chiapas, quien al término de su Gobierno si no tiene ánimos de prolongarse más en el Poder, podrá disfrutar de los recorridos en ese medio ferroviario que habrá de contar con 20 estaciones o terminales intermedias y cuyo costo según se sabe pero lo dudamos, será de 50 pesos para los nacionales, lo cual le caerá muy bien a los habitantes de la Región, si es que se los cumplen, y 50 dólares para los extranjeros que ya veremos si también va a pagar tal costo como turistas, por quienes vayamos de otras latitudes de nuestro País… En esta obra de comunicación según se sabe esencialmente turística, se informa que han participado 114 mil trabajadores, que en las últimas semanas han sido promovidos por miles más con estudios de primaria para cumplir los trabajos en obras rudas y pesadas, por cuánto a la devastación de la selva, el tendido de durmientes, la colocación de rieles con su respectivo anclaje, la instalación de postes y tendido de cable para la energía eléctrica, que casi en la mitad del recorrido será la que use este Tren para su movilización, que en el tiempo transcurrido desde el inicio de sus trabajos, ha costado diversos presuntos o reales accidentes, con resultados no dados a saber por cuánto a los heridos o muertos, prácticamente todos ellos cubiertos por el manto de la impunidad y hasta el olvido, junto con los miles de trabajadores enfermos que cayeron abatidos por las diversas enfermedades palúdicas características de este tipo de regiones… De todo esto, casi nada se sabe y menos por los que se perdieron en la selva y quedaron en el olvido… Nada más por preguntar a ver si alguien tiene la respuesta, ¿cuántas decenas de miles de árboles fueron derribados y a qué aserraderos fueron llevados para el proceso de explotación y venta de sus preciosas y apreciadas maderas…? Dicen los que saben porque allá estuvieron que todo eso se llevó a Belice… Ojalá que haya alguien que lo aclare e informe para saber cuántos cientos o miles de millones de pesos se obtuvieron por ello, junto con lo de las otras especies de la flora regional, para saber ¿a dónde, para qué o para quiénes fueron destinados?, así como las especies animales capturadas y no sacrificadas, cuyo destino también se desconoce… Continuará. ¡Hasta mañana que será un día más!