Hasta el momento suman 39 personas migrantes fallecidas, la mayoría guatemaltecos, y más de una treintena de lesionados como consecuencia de un incendio en el área de alojamiento de la Estancia Provisional dependiente del Instituto Nacional de Migración de Ciudad Juárez, Chihuahua; según las primeras indagatorias, la conflaración fue resultado de una acción de los propios internos: prendieron fuego a unas colchonetas al enterarse que serían deportados a sus países.
Tan solo en 2022, los indocumentados detenidos en la frontera entre México y Estados Unidos, suman 2,76 millones; así lo tiene documentado la Organización Internacional para las Migraciones adscrita Naciones Unidas.
Además revela que “el número de personas que cruzó el territorio mexicano con el propósito de seguir hacia EE.UU. aumentó un 8% en territorio mexicano”.
Nuestro país ha tenido una tradición migrante basada en la tolerancia y la solidaridad; sin embargo, la supuesta libertad de tránsito garantizada en México ha permitido que las personas indocumentadas, es decir, sin papeles que justifiquen una legal estancia en nuestro país, sean víctimas tanto de autoridades abusivas como de las células criminales.
Los cambios en la política migratoria se han endurecido en Estados Unidos cuando optó aplicar el llamado Título 42, una antigua disposición legal que permite al gobierno deportar inmediatamente a los sin papeles que lleguen por tierra, por razones razones sanitarias.
El investigador Víctor Zúñiga, comparte otro dato interesante: “el volumen de la migración internacional en México estaría regido fundamentalmente por los cambios económicos y legislativos en Estados Unidos, es decir, por las características de la demanda”. (Zúñiga, 1992)
Parece ser que este efecto de la demanda no ha sido factor para inhibir el flujo, por el contrario, ahora es mediante caravanas organizadas como se genera el arribo multitudinario a las ciudades fronterizas mexicanas que superan con creces la capacidad de atención de las autoridades migratorias federales y a los propios ayuntamientos.
La migración desafortunadamente tiene como catapulta la falta de oportunidades laborales, la pobreza, la desesperación y el abandono; muchos encuentran la tragedia en su intento. En este caso, las autoridades mexicanas y sus pares extranjeras, brindarán apoyo a las familias para el retorno de los restos de sus familiares; pero en la mayoría de los casos quienes no logran sobrevivir quedan como desonocidos o extraviados para siempre.