SENSIBILIDAD POLÍTICA

Por Irradia Noticias

Uno de los atributos que resalta en los mejores políticos, estadistas, hombres y mujeres de verdadera vocación de servicio, es sin duda su capacidad de percibir y comprender no solo su propio entorno y realidad, sino también la circunstancia y problemática de los electores, los gobernados, la ciudadanía. Poder ver desde su perspectiva y actuar en consecuencia, con el valor agregado de ponerse en sus zapatos, es decir, tener conciencia no solo política sino también social y económica en el momento de tomar decisiones, ejecutar programas y acciones, e incluso al interactuar, al emitir mensajes o discursos y, por supuesto, al momento de planear y ejecutar los recursos financieros, sobre todo cuando se trata de recursos públicos.

El énfasis está precisamente en resolver o al menos avanzar en la solución de los problemas, porque lo demás, por bueno que sea, difícilmente se percibirá y mucho menos se apreciará. Para el grueso de la población es complicado prevalecer las políticas públicas de largo plazo, por importantes que sean, cuando en lo inmediato padecen aspectos prioritarios en su día a día. De ahí la complejidad en la prospectiva de dichas políticas públicas y temas estructurales al elaborar planes estratégicos y de desarrollo; actividades que cada vez más, consideran la transversalidad y el acompañamiento de la sociedad civil, para no quedarse solo en buenas intenciones, sino en soluciones concretas y viables.

La sensibilidad política requiere de una conciencia global de la dinámica, decisiones y acciones de los demás actores y sectores políticos, analizar su origen y eficiencia de acuerdo a las reacciones y resultados, así como su impacto en los diferentes entornos y grupos sociales. Este análisis requiere pericia para interpretar señales, descifrar mensajes no siempre explícitos, tanto en discursos como en expresiones, reacciones en eventos y entrevistas en redes sociales y medios de comunicación, por supuesto sin sucumbir a la inmediatez de las emociones colectivas. Para contar con una buena sensibilidad política, se necesita estar bien y oportunamente informado de lo que sucede en el espacio social y político, pero también tener el olfato que permita identificar en todo ello, los acontecimientos que habrán de detonar algo mayor, positiva o negativamente, así como aquellos que tendrán algún impacto real en la sociedad o en el electorado y aquellos que, por más estruendo con el que se anuncien, quedarán en la irrelevancia.

Esta tarea, que se escucha sencilla, en realidad exige desarrollar las capacidades que permitan, por ejemplo, determinar el peso real e influencia de grupos afines y antagónicos, analizar el impacto de las políticas económicas en el bienestar social, impulsar la defensa de los derechos de las minorías y grupos vulnerables; luego entonces, no puede ni debe estar desprovista de empatía. La percepción y la sensación son sus elementos indisolubles; por un lado, la percepción es el inicio en la transformación de lo imaginario y, en el conglomerado social, la similitud de estas percepciones genera unidad, amalgamiento social e identidad política y que, sumado a lo que dicho grupo social siente, define y determina, más basado en sus sensaciones que en su razonamiento, refuerza esa sensibilidad que, para el ciudadano, es opcional, pero para el político, para el gobernante, es obligada en un debate inagotable entre lo racional y lo irracional del comportamiento humano, así como del desempeño y las preferencias políticas, dentro de un aprendizaje e intercambio sociopolítico que no se detiene. Lograr dicha empatía requiere una escucha activa, un conocimiento profundo de las causas sociales y la capacidad de entender que las necesidades de la ciudadanía no siempre se expresan de forma clara, pero están ahí, esperando ser atendidas. Implica ir más allá del cálculo electoral, mirar el largo plazo sin perder de vista las urgencias cotidianas, equilibrar lo urgente con lo importante, sin perder el horizonte de las grandes metas, por atender únicamente a quienes alzan la voz más fuerte. 

Sin sensibilidad, la política pierde sentido, se aleja de la gente; con ella, se construye un puente entre el poder y la sociedad, un lazo que permite que las políticas públicas respondan verdaderamente a las necesidades y aspiraciones de la ciudadanía; lazo que permite transformar la política en instrumento de bien común.

You may also like

Leave a Comment

NOTICIAS DEL DÍA

ÚLTIMAS NOTICIAS

©2023 Irradianoticias, TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS