Vaya sacudida que se dio ayer en Silicon Valley con el anuncio que hizo Elon Musk de la adquisición que hace de Twitter, con 360 millones de usuarios y con un valor de 46 mil millones de dólares.
Silicon Valley es el nombre con que se conoce popularmente a la gigantesca zona sur de la Bahía de San Francisco en California, Estados Unidos. Se trata de la ‘meca’ tecnológica en donde se encuentran las sedes de verdaderos gigantes como Google, Apple, HP, Facebook, Linkedin, Oracle, entre otras.
Elon Musk es un genio disruptivo con liderazgo que siempre está buscando mejores soluciones y formas de mejorar los procesos de sus negocios en general, no tiene miedo de sacudir las cosas para obtener sus objetivos, sin duda cambiara a la plataforma Twitter, por principio la saca del listado de la bolsa.
Elon Reeve Musk es un físico, programador y empresario sudafricano, nacionalizado canadiense y estadounidense. Cofundador de varias empresas, PayPal, SpaceX, Hyperloop, SolarCity, The Boring Company, Neuralink y OpenAI. Es director general de Tesla Motors el gigante del automovilismo eléctrico, cuya planta en Texas se amplia para dar paso a la producción de Tracto Camiones Eléctricos, haciendo más amplia la brecha con la industria automotriz de combustión.
Ahora disrumpe el Magnament de Twitter, revolucionará a la industria tecnológica y a la derivada del Internet, modificará el modelo de negocio, con una prospección tecnológica a los próximos 20 años. Musk, el hombre más rico del mundo según Forbes, ha estado abogando por una serie de modificaciones en la plataforma.
Se esperan cambios en la forma en que se modera el contenido, nuevas vías de monetización, restricciones a los bots, y una mayor transparencia acerca del algoritmo utilizado por la plataforma.
Bill Gates ha sido un personaje benefactor, un personaje con amplio sentido humano, Musk es un líder emergido de un cambio generacional que no ha dado signos de benevolencia.
Los expertos advierten, sin embargo, que no se trata de cambios banales y, según cómo se realicen, pueden interferir en la formación de la opinión pública y de la propia democracia, esto, además, podría dar lugar a la proliferación de discursos de odio y contenido extremista prohibido por las reglas de la red social.
Musk se autodefine como un “absolutista de la libertad de expresión”, expresión que despierta inquietudes dentro de los defensores de los derechos humanos.
Con la adquisición de Twitter logrará convertirla en un bastión de la libertad de expresión, algo que para él es «esencial para una democracia funcional». ¿Lo conseguirá? ¿Quién sabe? Desde hace tiempo Musk criticaba a Twitter por su falta de respeto a la libertad de expresión. Planteaba la posible creación de una nueva plataforma que ofreciese esa característica, ya no hace falta, ya la tiene, ahora queda por ver si cumple esa promesa sobre la libertad de expresión… y cómo la cumple.
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Esperaremos a conocer la expresión de López Obrador, su pretensión de controlar a los medios en general se verá acotada radicalmente.
Amigos como siempre les dejo un saludo con mucho afecto.