Dice la sabiduría popular: “De que la perra es brava, hasta a los de casa muerde”.
El viejo refrán se refiere, como saben, al maltrato que suelen dar los malagradecidos a quienes los ayudaron a tal o cual causa y que, al final, terminan apaleados por aquellos, una vez que alcanzaron sus objetivos.
Sin embargo, podríamos darle otra acepción y es que cuando el maltrato lo reciben los que en un principio ayudaron y que por tal o cual causa, al final, son apaleados cuando ya no los consideran útiles para sus objetivos.
Ayer se publicaron en todos los medios, serios señalamientos que el expresidente de la Cámara de Diputados Porfirio Muñoz Ledo profirió respecto a AMLO diciendo que «su contubernio con el narco no es heredable» señalando que el país está iniciando una «reversión autoritaria” con “un nuevo rey de la selva”: el crimen organizado.
Durante su participación en la reunión plenaria de la Comisión Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe, la COPPPAL, el ex legislador morenista advirtió que a López Obrador se le está acabando la pista, porque su mandato está por terminar en menos de dos años y medio.
“Debe entender Andrés Manuel López Obrador, que su contubernio o alianza con el narco no es heredable, no es heredable, porque estos como lo han hecho siempre, en todas partes, en todas plazas políticas, se entienden con el que va a llegar, el narco ya no va necesitar del presidente”.
«Ese es el tema moral, un tema de análisis político. Va a prescindir del presidente y habrá el peligro de que exija más a los nuevos actores”, acotó Muñoz Ledo.
Insistió en que al mandatario “la pista ya se le está acabando, él piensa que puede heredar al siguiente gobierno su asociación con los delincuentes y que eso le otorga mayor poder, porque además tener autoridad y recursos del gobierno federal, estos se suman a los del narcotráfico, porque no hay nada que se le pueda oponer, a esto que llamamos en México El Maximato”, sostuvo.
El experimentado político aseguró que «desde hace dos o tres años”, México dejó la transición democrática y está iniciando una «reversión autoritaria” con “un nuevo rey de la selva”: el crimen organizado.
Muñoz Ledo afirmó que a México le ha explotado «una bomba en el jardín» porque el narco potencializa en dimensiones nunca imaginadas el uso del dinero.
Ante representantes de partidos políticos de 29 países, dijo que ha aparecido el narco tráfico como un nuevo actor, como un nuevo redentor que no existía y que viene a revolucionar.
Recordó que, a nivel internacional, el crimen organizado participó durante las últimas décadas «en terrorismo, en caídas de gobierno, en lo que se quiera, hasta en Ucrania está ahora, y es la participación del narcotráfico en guerras internas».
Señaló que todos los países han buscado de alguna manera reducir la influencia del dinero en los procesos electorales, pero el narco, insistió, irrumpe ahora como el nuevo «rey de la selva».
Por ello, Muñoz Ledo llamó a todos los actores políticos a realizar un nuevo “pacto de poder”; de lo contrario no habrá salida para 2024.
“En 2024 va a ser un enfrentamiento muy serio, por esas transferencias de lealtad y asociaciones y por un nuevo juzgamiento de la ciudadanía”, recalcó.
Preocupante lo expresado por Porfirio, su larga trayectoria dentro y fuera de la política nacional, actuando a la vez en foros internacionales, en donde el roce de la piel con las escamas de los dinos le dan la autoridad de contemplar y opinar seriamente del acontecer diario del mexicano.
Nebuloso escenario nos deja entrever con el nuevo rey selvático, al que considero más viejo que la sarna, nada nuevo. Acostumbrados estuvimos por más de cinco décadas de negociaciones en lo oscurito entre los que lidereaban ambos lados, al gobierno y al crimen organizado y que nadaron de muertito sin aspavientos y sin tantos muertos.
Esperaremos a conocer las nuevas negociaciones y con quién se llevarán a cabo para sacar conjeturas y empezar a ver de qué color pinta el rojo. La prueba, las próximas elecciones estatales, se quedará el reinado en Jalisco, en Sinaloa, en el Golfo, ¿en dónde?, el monstruo es de mil cabezas y el territorio inmenso.
Por lo pronto les recuerdo que, la semana tiene siete días y ¡gracias a Dios es viernes!