A pesar y encima de las múltiples evidencias históricas de la forma en que ha sido utilizado y manipulado el instrumento de la Revocación de Mandato, por los gobernantes populistas y autoritarios, en México parece que no se dan cuenta. Por ahí de un 65 por ciento de quienes vayan a sufragar el próximo 10 de abril, lo harán sin conciencia de lo que realmente significa y a quién beneficia. Más pronto que tarde, como ya vimos en otros países, la historia volverá a repetirse.
El 15 de agosto de 2004 se llevó a cabo lo que en Venezuela se llamó el Proceso Revocatorio. O sea, lo mismo que en México, pero que aquí se llama revocación de Mandato. Allá fue convocado por Hugo Chávez, que en la historia será recordado como un dictador populista de izquierda, dicen ellos progresista, pero que en la realidad y en los hechos ha traído al pueblo venezolano las perores desgracias de su historia moderna.
De los entonces 23 millones de venezolanos, 14 tenían derecho a votar. El partido de Chávez y sus seguidores decían que era un “referéndum ratificatorio” y la oposición que era “revocatorio”. Poco más de nueve millones setecientos mil votaron por no revocar su mandato, según los resultados oficiales. Y no se duda que hayan sido reales, sino que fueron producto de la manipulación ideológica, hecha propaganda política, y de los programas sociales que hacen clientela electoral. De dar de lo que la gente trabaja y produce a los que, pudiendo hacerlo, no lo hacen.
De la misma manera, la mismísima manera, en que López Obrador está utilizando ese instrumento para confirmarse en un cargo, así como lo hizo Chávez, hoy tenemos enfrente esa trampa política, que nos costará miles de millones de pesos, que podrían usarse en algo de verdad productivo. Yo le pregunto a usted qué haría, además de irse a unas merecidas vacaciones, con lo que López Obrador se va a gastar, en miles de millones, en forma absolutamente innecesaria.
Claro que, de manera tramposa, ha dicho el señor de los otros datos, que es gasto del INE y que esa institución tiene que ver cómo le hace, pues se negó a darle recursos, o los demanda y los mete a la cárcel, comenzando por Lorenzo Córdova, que es un notable de los millones de mexicanos que no se ha rendido a sus pies. La realidad es que no es un gasto del INE, ni le cuesta a López Obrador. Él nunca ha pagado nada, ha vivido y bastante bien a costa del pueblo. Pagaremos ese capricho presidencial todos nosotros, con nuestros impuestos. Ricos y pobres y nuevos pobres, que son los que produce y quiere el gobierno cuatritransformista.
Por ley, los partidos y los funcionarios de gobierno no pueden promover la Revocación de Mandato. Si usted ve que lo hacen, denúncielos, ya que ahora no se permite la corrupción (jajaja), algo traman y no es nada bueno. Le digo qué: los partidos que apoyan a López Obrador, empezando por Morena, van a dar dinero y prebendas a organizaciones, a líderes y a supuestos líderes. Van a actuar como si estuvieran en una elección, con candidato único. Mucho ojo a los delegados del Bienestar en el país… y a la responsable, en Morelos, de jóvenes cobrando sin hacer nada, que dicen construyen futuro, porque su encomienda parece más simulación, que programa social, y eso me lo dijo alguien muy cercano a ella. Dime con quién te juntas (Mensaje que dijo el comal a la olla). Pablo Gómez, sustituto en la Unidad de Inteligencia financiera… ¿Vas a dar cuenta del seguimiento a esos recursos multimillonarios o vas a ser el que no vio y no supo, que también tiene otros datos?
Y para iniciados
Ya suena otro nombre en las altas esferas de este gobierno, que no ha cambiado más que algunas personas y formas en las que se sigue engañando al pueblo. Juanita Guerra, desairada por el PRI (y eso me consta porque yo hablé con ella en 2018 al respecto), electa dos veces como diputada federal por Morena, se suma a las preocupaciones de los Rabines, quienes creían tener todo bajo control. Ya les ganó Sanz, digo el Cauah, o digo Ulises, o digo Ojeda, bueno, ya les ganaron dos veces. Juanita podría tener con qué, allá arriba, pero le falta algo… pueblo, aquí, porque muchos dicen que ya ni en Cuautla la conocen.
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