México vive la represión del Partido de Estado, MORENA, marcando un referente epocal al 68 cuando el PRI imprimía hegemonía política presidencial en un solo hombre como hasta ahora lo es Andrés Manuel López Obrador, llevando de paseo a la presidenta electa, cómo si ella … no tuviera que hacer antes de tomar protesta.
Claudia Sheinbaum logró ganar con un caudal de votos, mayor incluso al de López Obrador en 2018. Solo perdió en Aguascalientes, un estado muy pequeño, lo que le da un poder enorme, uno que ningún presidente ha tenido en los últimos treinta años. Morena y sus aliados son gobierno en 24 entidades, en ellas vive 74% de la población. Y ostenta la mayoría calificada en las dos cámaras del Congreso, mientras la oposición … ha quedado materialmente pulverizada.
Sheinbaum tiene toda la vía abierta para una transformación de fondo de la institucionalidad de México, algo que conlleva oportunidades, pero también grandes riesgos, debido al carácter abiertamente autoritario que ha profesado su predecesor y mentor, Andrés Manuel López Obrador y que su posible injerencia preocupa que la deje actuar con libertad, al menos en el primer trienio de su mandato.
Se advierte que la agenda legislativa planteada por el presidente Obrador desde febrero, y asumida por Sheinbaum, es una agenda que concentra más poder y desaparece y debilita organismos autónomos que han sido un contrapeso importante en algunas decisiones del Poder Ejecutivo.
En la memoria retenemos la época del poder absoluto, en el que el PRI controlaba todo, tenía cadenas de transmisión con sus sectores sindical obrero, campesino y de organizaciones populares con un pacto desde el fin de la revolución con los militares. De hecho, varios presidentes de México hasta mediados del siglo 20 fueron generales. Manuel Ávila Camacho fue el último presidente militar. Fue secretario de Guerra y sucesor del otro general Lázaro Cárdenas.
Hoy la expectativa no es diferente, será un gobierno presidencialista, sí, pero con la novedad que habrá jefa de todos los militares, marinos y guardias nacionales por primera vez. Veremos a que ritmo marcharán los militares al un, dos, un, dos de su Comandanta Suprema.
Una vez agotado el proceso legislativo de votar la Reforma Constitucional y haber conseguido de forma oscura la mayoría en la cámara de Senadores, la presidenta empezará en 18 días un gobierno que se antoja inmerso en una convulsión social en nuestro país que niega que exista paz y tranquilidad en él.
Esta semana en un evento celebrado en el Heroico Colegio Militar que tuvo como propósito que la Doctora Claudia Sheinbaum se dirigiera por primera vez a las Fuerzas Armadas como futura Comandanta Suprema, en el que reafirmó su compromiso con la paz, los derechos humanos y el respeto a la constitución dejando claro que, bajo su mandato, las fuerzas armadas no serán utilizadas de mala forma, buscando conseguir un gobierno humanista. Esperemos que la supervisión de AMLO en este acto no denote el continuar en el dicho de “abrazos no balazos” que solo ha permitido el libertinaje y la impunidad del crimen organizado.
Ahora debemos crear una estrategia de actuación en defensa de nuestra economía, de nuestra propiedad privada y de nuestras libertades sin llegar a la migración.
Amigos la semana tiene siete días y ¡gracias a Dios es viernes!