• Vigorizar la narrativa y dar lustre a la semántica
• …a menos que, sin mitocracia…
En próximas fechas, se dará a conocer quién habrá de ser el Coordinador o Coordinadora de los Trabajos en Defensa de la 4T en los nueve estados donde habrá elecciones para ocupar el primer cargo estatal en 2024, y por lo pronto, mientras no haya una categórica oposición, ¿qué sigue? pues vigorizar la narrativa, dar lustre a la semántica, y ya se mira con claridad republicana, cómo habrá de ser este asunto demagógico y propagandístico para persuadir a los no convencidos y reforzar al pueblo bueno.
Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, ya dio las pautas para la interpretación y la memoria selectiva, dio las directrices discursivas y lo hizo en un atracón semántico con su peculiar carga emocional: fueron eufemismos y disfemismos ornamentados, un doble discurso, y de paso, dio la sorpresa al estipular cambios de significado …va, más claro:
Al primer mandatario de la Nación, Andrés Manuel López Obrador, ya le enmendó el nombre de pila y le innovó el cargo constitucional llamándolo con lustrosa elocuencia en varios mensajes a través de redes sociales: “Máximo Referente”.
Y a Claudia Sheinbaum, Coordinadora Nacional de Defensa de la Transformación, Mario Delgado, ya le endosó prerrogativas cósmicas al afirmar desde un privado espacio de epifanía, el pasado 14 de octubre, día en que ocurrió el eclipse: “¡Es Claudia! Nos dijo el cielo, lo dice el sol, lo dice la luna, lo dicen las estrellas, lo dice el pueblo de Campeche y todo el pueblo de México”.
Un «Máximo Referente» -según sea el contexto- es alguien que es considerado como el líder o experto indiscutible en un ámbito específico, y su conocimiento, experiencia o contribuciones en ese campo son altamente respetados, admirados y su legado, a menudo, perdura en la historia y sigue siendo una fuente de inspiración para generaciones futuras; por ejemplo y a grosso modo:
Benito Juárez, “Benemérito de las Américas”, Albert Einstein, conocido por su Teoría de la Relatividad, Miguel Hidalgo y Costilla, considerado el Padre de la Independencia de México, Leonardo Da Vinci, referente en el Arte y la Ciencia, Emiliano Zapata, un referente en la lucha por la justicia agraria y los derechos de los campesinos, Steve Jobs, un referente en la tecnología, Frida Kahlo, referente en el arte mexicano, Lázaro Cárdenas, presidente de México conocido por su gobierno progresista que incluyó reformas agrarias y la nacionalización de la industria petrolera.
Estas son solo algunas de las figuras históricas notables en México y el extranjero, y hay muchas otras que rayan casi en el mito y han dejado por igual su marca en la historia.
Entonces, lo que sigue y lo que nos debemos esperar en este camino a las elecciones del 2024, -aún sin oposición contundente-, es una permanente y reiterada metralla de mensajes que buscarán vigorizar la narrativa y dar lustre a la semántica para robustecer y avivar el adoctrinamiento predominante ocupando los llamados “sesgos de confirmación” que implican toda suerte de informaciones que refuerza las creencias y la identidad del receptor objetivo y por ello dócilmente las acepta.
Y por igual, mantener a los usuarios de redes sociales, inmersos en las “filter bubbles” (burbujas de filtro) -un concepto digital propio de las redes sociales-, que su peculiaridad son los entornos informativos que ofrecen contenido que coincide con el usuario en sus creencias y opiniones y aparecen como por arte de magia en las pantallas, – es la materia prima de los algoritmos- según la historia de navegación, interacciones y preferencias del usuario.
¿Qué sigue? El adoctrinamiento del “Máximo Referente” en los usos y costumbres de una comunidad, lo cual se refieren a las prácticas, tradiciones, normas no escritas y comportamientos que son comunes y aceptados en esa comunidad en particular y abarcan una amplia gama de tradiciones, aspectos de la vida social, cultural y cotidiana transmitidas de generación en generación, regulan el comportamiento y rigen las relaciones familiares.
¿Qué sigue? en un mundo digital, atrapar al usuario de redes sociales en las burbujas de filtro donde las personas solo ven y escuchan información que refuerza sus creencias existentes, aunque es necesario mencionar que esto trae también como consecuencia, que el usuario pase por alto, desestime o descarte información que contradiga sus creencias y evite o demonice a aquellos que difieran, actuando con actos de rechazo, discriminación y polarización.
¿Qué sigue? al estar ausente en el horizonte inmediato una oposición sólida y con proyecto en los estados y el país en general, el camino en esta carrera está sin dudarlo libre y solo queda vigorizar la narrativa y dar lustre a la semántica haciendo uso de lo que diga y haga el “Máximo Referente”.
…a menos que, sin mitocracia… los mayores de 18 años con credencial del INE en mano -haya o no haya oposición- realmente ejerzan y hagan valer en las urnas, en secreto, con libre albedrío, congruencia, la conciencia de su realidad inmediata y su aspiración a ser parte verdadera de una nación, el derecho al voto.