Luego de la vorágine informativa de los últimos días en torno a la presentación de la solicitud de desafuero en contra del exgobernador, Cuauhtémoc Blanco Bravo, y la inmediata destitución de Uriel Carmona Gándara, al frente de la Fiscalía de Morelos, se sucedieron diversas declaraciones en distintos medios y foros. Vale la pena analizarlas.
Claudia Sheinbaum Pardo, desde Palacio Nacional, si bien sostuvo, no se protegerá a nadie, lo que de entrada debiera incluir al exgobernador, señaló las suspicacias acerca de los motivos por los cuales el hoy exfiscal no presentó con anterioridad las diversas carpetas de investigación, contra el hoy diputado federal, a las cuales hizo referencia en diferentes momentos, dejando abierta la sospecha sobre fines políticos, más allá de los propiamente jurídicos, en la actuación de Carmona.
Carmona Gándara ya dejó claro no tener intenciones de pelear jurídicamente su restitución en el cargo, sino solamente limpiar su nombre y el de su familia. La gobernadora, Margarita González Saravia, y el nuevo Fiscal, Edgar Maldonado Ceballos, se posicionaron por actuar conforme a las disposiciones legales y la continuación de las investigaciones, no únicamente respecto a Blanco Bravo, sino a todo aquello susceptible de ser investigado.
En la cancha de la Cámara de Diputados, allá en San Lázaro, hoy mismo deberá saberse si quienes componen la comisión instructora, encabezada por Hugo Éric Flores Cervantesy sus otros tres miembros, consideran cumplidos los requisitos formales para dar el visto bueno e iniciar el procedimiento a través del cual, en un plazo aproximado de sesenta días, podría retirarse el fuero al imputado, por haber sido acusado de un delito grave del fuero común, como lo es el de la violación en grado de tentativa.
La víctima, media hermana del inculpado -aunque Blanco Bravo niegue el parentesco, como si eso pudiera atenuar los cargos en su contra y aligerar el peso del estigma en la opinión pública-, Nidia Fabiola, lo único que pide es: se lleven a cabo las investigaciones y se haga justicia. Su abogado, Rodrigo Dorantes Salgado, teme la obstaculización y la protección política que pudiera darse al ex ídolo del fútbol, aunque da por seguro que la denuncia proseguiría su curso cuando haya dejado de contar con la protección del fuero constitucional.
Eso, por lo que corresponde a esta denuncia. Pero, hay más carpetas en la Fiscalía y observaciones millonarias, en miles de millones de pesos, sin solventar, según los informes de la Auditoría Superior de la Federación y lo que resulte del proceso de entrega recepción, entre la administración anterior y la entrante.
Vistos estos elementos y, con todo y la cantidad de evidencias y argumentos que pudieran presentarse, los ojos de la opinión pública, de los morenistas, la oposición, de legisladoras y legisladores y cuanto interesado haya en este tema, voltean hacia la presidenta de la República. En el ambiente flota y se esparce una idea cada vez más generalizada: dependerá de Claudia Sheinbaum Pardo si se permite la continuidad de las investigaciones o si se brinda protección a Cuauhtémoc Blanco.
Y para iniciados:
Resultó cierto. Apenas comenzará la consulta de funcionarios mexicanos con sus homólogos estadounidenses sobre los aranceles al acero y el aluminio impuestos por Trump, para hacerse efectivos a partir del 12 de marzo. Marcelo Ebrard Casaubón tratará de hacer entender a Trump que a quien menos convienen los aranceles es a Estados Unidos. Las operaciones de espionaje a los cárteles, cerca de territorio mexicano continuarán. Ya preparan también los vecinos del norte la imposición de aranceles a los automóviles mexicanos. Las deportaciones seguirán y habrán de incrementarse paulatinamente. Y esperen, ya no tarda tampoco, vienen las medidas de Trump para bajar el precio internacional del petróleo, cuyos efectos para México serán todo, menos, favorables, a reserva de que de veras ya comience a funcionar Dos Bocas, muy idealmente,a todo su potencial. Todo esto y Trump no lleva ni un mes en el cargo.
La información es PODER!!!
