Tras negar una Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación la suspensión para poder sesionar con 4 consejeros, en lo que el Senado genera nuevos nombramientos, el Instituto Nacional de Acceso a la Información, INAI, entra en un impaz.
Su consejera presidenta, Blanca Lilia Ibarra Cadena, ha declarado que “no hay democracia que pueda funcionar solo con ideales, por lo que no es posible construir resultados públicos sin instituciones, son éstas el brazo ejecutor de la voluntad popular, las que permiten transitar de las ideas a los resultados”.
Detalló que el INAI se encuentra en una etapa muy desafiante en la que no puede desplegar a cabalidad su función de defensa de los derechos humanos por la falta de tres integrantes del Pleno, lo cual nos impide sesionar válidamente.
Explicó que en esa situación no pueden resolver las quejas de la ciudadanía y por ende no pueden defender a las personas ante la negativa infundada del acceso a la información y ante el tratamiento indebido de los datos personales.
Hemos sido críticos desde los tiempos del debate para la creación de las denominadas leyes de transparencia, en específico porque consideramos que en su articulado se contienen mecanismos de reserva de la información pública que lejos de privilegiar la transparencia se traducen en la legalización de la censura.
En su momento, una vez que la ley federal encontró su aprobación y promulgación, la ruta para sus clones fue un negocio de un grupúsculo de “intelectuales” que cobraron grandes cantidades por la asesoría a los congresos estatales que contrataron sus servicios. La Legislatura en Morelos se sumó a al jugosa oportunidad.
Otra de nuestras críticas se basó en el sentido de que estas leyes contemplaban sanciones para los servidores públicos que filtraran información reservada, con lo que se abría la posibilidad de que los periodistas fueran obligados a revelar sus fuentes de información. De nuestra batalla surgió la reforma a la Constitución del estado en la que se estableció precisamente la garantía para que los informadores no puedan ser recurridos en ese tema.
Podemos estar de acuerdo o no con la ley que le da vida al INAI, sin embargo la ruta para analizar, medir y considerar la efectividad de una institución, es al través del debate y en ese sentido cuando corresponde al Poder Legislativo, en base a alguna iniciativa de reforma constitucional o de ley secundaria, propiciarlo. La ruta de la parálisis se aleja de la responsabilidad, en este caso del Senado, para aportar nuevos nombres ante el rechazo del Presidente de la República.