Por: Alejandro Cárdenas
Las redes sociales se han convertido en una herramienta fundamental en las campañas electorales en todo el mundo.
Permiten a los políticos comunicarse directamente con los votantes, difundir su mensaje de manera rápida y efectiva, así como obtener retroalimentación en tiempo real.
Sin embargo, también presentan desafíos y desventajas que deben tenerse en cuenta.
Una de las principales bondades del uso de las redes sociales en las campañas electorales es su capacidad para llegar a un gran número de personas en poco tiempo.
Pero también, tienen una desventaja y es la falta de regulación y control sobre la información difundida en estas plataformas.
La principal cualidad de las redes sociales, es que cualquier persona puede publicar contenido sin necesidad de verificar su veracidad, lo que puede llevar a la difusión de informaciones engañosas o falsas y esto puede distorsionar la realidad y afectar la credibilidad de los candidatos.
Además, el anonimato en las redes sociales permite que se difundan mensajes de odio o acoso hacia los políticos y otros usuarios, generando un clima de polarización y hostilidad.
Hablemos de las plataformas como Facebook, Twitter e Instagram que tienen millones de usuarios activos en todo el mundo.
Esta cualidad numérica, permite que los candidatos lleguen a una gran cantidad de votantes potenciales de manera rápida y eficiente y es especialmente beneficioso para aquellos candidatos que tienen presupuestos limitados, ya que pueden publicar contenido de manera gratuita y alcanzar a una amplia audiencia.
Además, con las redes sociales se consigue la segmentación del mensaje, asegurando que llegue a audiencias específicas de acuerdo con intereses, edad, género, ubicación, entre otros.
Con las redes sociales, ya lo hemos visto en otros países y en otros procesos electorales, los políticos pueden transmitir su mensaje a un sin número de votantes potenciales con solo un clic, lo que antes requería de costosas estrategias de publicidad en medios tradicionales.
Si bien es cierto que las redes sociales tienen un alcance masivo, también es importante recordar que no todos los votantes están presentes en estas plataformas.
Hay segmentos de la población que no utilizan o tienen acceso a internet, por lo que no se pueden alcanzar a través de las redes sociales y esto, puede generar desigualdad en el acceso a la información y la participación política.
También las redes sociales, -en algunos casos, no todos-, permite que los candidatos respondan a preguntas y comentarios de manera inmediata, creando una cercanía que antes era difícil de lograr.
Como se ve, el uso de las redes sociales en las campañas electorales presenta tanto ventajas como desventajas, pero también presentan desafíos importantes como la falta de regulación, la propagación de noticias falsas y la dependencia exclusiva de estas plataformas.
Finalmente, es importante que los candidatos y los votantes sean conscientes de estas bondades y desventajas y tomen medidas para garantizar una participación política efectiva y responsable en línea.
PROCESOS ELECTORALES Y REDES SOCIALES
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