Por Fabio Fuentes Villalobos
La salida de Amado Orihuela llega casi seis años o nueve tarde. Demasiado tarde. Cuando el PRI Morelos está ya no en ruinas sino en escombros. Durante años me harté de escuchar a mis amigos del PRI Morelos decir es que Amado tiene la estructura, es que si no negociamos con Amado se va con Gayosso (¡de todas formas lo hizo!) es que Amado tiene a la gente, es que a Amado no lo puedes hacer a un lado, y es que siempre le tuvieron miedo a que Amado les jugara las contras y aun así se las manejó por sus intereses.
No hubo un delegado del Comité Ejecutivo Nacional que llegara a Morelos a frenar a Amado Orihuela. Todo lo contrario, se le postraban al final igual que a Marisela Sánchez.
Ni tampoco hubo un presidente del directivo estatal que tuviera los pantalones para hacerlo. Amado se fue porque quiso, porque además de la candidatura a diputado federal por el IV Distrito quería afianzarse en la plurinominal por si perdía.
Repito, me harté de escuchar a muchos amigos del PRI morelense siempre poner a Amado en medio de todas las negociaciones. Se va cuando ya solo queda el aroma de glorias de hace muchos ayeres.
Amado tiene todo el perfil del PRD, de Morena y seguramente el Partido Encuentro Solidario de Hugo Erick Flores que en su desesperación de conservar el registro le ofrecerá la postulación.
Amado siempre destruyó candidatos al interior de su propio partido y nadie me lo platicó yo la vi, ésa eterna guerra fría en el partido.
Faltaron pantalones, decisión y vergüenza para sacar a Amado del partido, les tomaba el partido con sus neandertales, extorsionaba, chantajeaba y ponía a los Becerriles a los Schiaffinos y a cuantos mas contra la pared.
Recuerdo que personalmente se lo dije a Enrique Ochoa en 2017 0 2018 en calidad de presidente del CEN, no recuerdo con exactitud: ¿que de plano no piensa usted jamás venir a Morelos a renovar su propio partido por más que nosotros que somos ajenos y somos periodistas le estamos diciendo lo que pasa? Y así sucedía con todos los comités estatales y nacionales.
Son otros tiempos, son otros partidos, hoy Morena pretende replicar el modelo priísta de los sesentas setentas, ochentas y noventas.
Es la misma forma de hacer política a la mexicana pero eso no es lo grave, son las mismas caras, todos tienen un Amado Orihuela.
