1.- Un lecho de rosas
2.- Jueces benévolos
3.- El Panal
4.- Nada las parece, señores
1.- Uriel Carmona sí estuvo en un lecho de rosas, lo que es normal cuando se encuentra en la cámara de diputados, pues se está entre amigos, se llevan bien, existe comunión, y no sólo es cuestión de palabras, sino de intercambio de favores, tantos que convirtieron al fiscal en uno de los funcionarios más afortunados, porque, pese a sus resultados tan malos, recibió un incremento más que notable en su presupuesto, lo que sólo se explica por la excelente relación que entre ellos se vive, lo que resulta vergonzante, pero así es como les va, y como la sociedad no protesta, podrán hacer lo que se crea conveniente siempre, por lo que las comparecencias son sólo trámites y oportunidad para saludarse.
Que ¿por qué se está en el penúltimo escalón de impunidad entre las fiscalías del país?, es lo de menos; ¿qué pasó con el caso de Ariadna Fernanda?, ¿con la comisión que se creo para ello?, ¿qué hay sobre las denuncias de la perito, Ivonne Olivares Montes, en el caso del acoso que sufre y sobre el ocultamiento de pruebas en asuntos de corte sexual?, ¿Por qué se actuó tan rápido en el caso del multihomicidio que se dio en Temixco y se declaró pronto que fue un autoviudazo?, ¿fue para no llegar a fondo en la situación del desvió de recursos en el sexenio de Peña Nieto?, ¿está consciente de ello o sólo es por mera casualidad?, ¿es por ineptitud, Uriel o lo hizo con plena conciencia en este caso?.
Si alguien se lleva bien en esta entidad son el fiscal y los diputados, sobre todo por el lado de los 15, y yo le pregunto, ¿es cierto que existe una carpeta en la cual están los asuntos de los inquilinos del congreso para que se aceleren o se dilaten?. Seguro que no es cierto, pero que lo diga el señor Uriel, el fiscal impuesto en el sexenio de sir Graco.
Señor fiscal, otra pregunta, ¿en qué gasta el dinero que le asignaron los diputados y que pasan de los mil millones de pesos para el 2023?, ¿qué tanto ha bajado el índice de impunidad desde que inició el flujo de billetes para la fiscalía?. Lo cierto es que, como lo he señalado infinidad de ocasiones, no sólo es cuestión de dinero, sino de talento, de capacidad y son dos aspectos de los que carece Carmona Gándara. En la rueda de prensa se los anticipé con toda la ironía, subrayé que con el dinero que recibiría Uriel “ya podríamos dormir tranquilos” y que ocasionó las risas de varios diputados, pues sabían que no, que así se le diera todo el presupuesto, no mejoraría porque el mal es Carmona.
Así inician las comparecencias entre presuntas preguntas “fuertes”, siendo claro que se podrían hacer al final de una comida familiar, porque no escandalizan a nadie. Los que se atreven a adentrarse hasta parece que es bajo convenio. A la mejor no, pero aquí les recuerdo a Juan Ruiz de Alarcón, el ilustre taxqueño, que “en boca de mentiroso, la verdad se hace sospechosa”. Las comparecencias de Uriel son lo más parecido a un lecho de rosas, una plática familiar, la sobremesa, la plática entre amigos. Sólo faltan flores; son casi fuente de novelas rosas.
2.- El descongelamiento de las cuentas de Palomino y de la esposa de García Luna fue por jueces nacionales; ahora, en el caso de Cabeza de Vaca, juez ampara e invalida orden de captura por delincuencia organizada. Se demuestra que el aparato de justicia está mal.
3.- Sigan los docentes sin reaccionar y cuando despierten se habrán quedado sin el Panal, organismo que bien trabajado, puede ser la plataforma de lanzamiento para los docentes con vocación política, pero en las manos del perverso será para vender las candidaturas. Ya me cansé de advertirlo; si no les importa, paguen con el partido apoyos
4.- Se soltó a Ovidio, “ese López Obrador no sabe hacer las cosas”, se detuvo a Ovidio, “ese López Obrador no sabe hacer las cosas”; se cuestiona la instalación de una fábrica y “ese López Obrador no sabe hacer las cosas”; se autoriza la instalación de la empresa, “ese López Obrador no sabe hacer las cosas”. Al final nada les parece; ya es normal; es la hora de que haga lo que haga el señor presidente, a la derecha no le parecerá; así será.