REPORTAJE ESPECIAL
Parte 3 / 3
Foto de portada: Aquí, se reeduca, resignifican los valores y la dignidad del ser humano que alguna vez se perdieron tras un “bote”, un “foco” una pipa, un “fume”, un “arponazo” o simplemente tras la botella y todo empieza con una simple frase: ¡Por favor-y-gracias!
Por: Alejandro Cárdenas
El dolor… el no querer sentirlo, el no querer vivirlo, el no querer abrazarlo, nos trajo aquí; a un mundo del cual nunca nos contaron. Irónicamente, evadir el dolor nos arrastró a un tormento profundo; pero ahora, nos dicen que solo nuestro fondo de sufrimiento, nos podrá rescatar.
¡APAGÁNDOSE LA LUZ YA NO HAY SILENCIO!
“¡Cámara banda, apagándose la luz, ya no hay silencio!” Dijo el Flaco en un tono de evidente colorido militar mientras cumplía su servicio de guardia dentro de la sala, -que ahora se había convertido en el dormitorio- en la Casa de Ayuda Mutua para varones, en el momento en que todos los usuarios, debían de dormir.
La incoherencia desató de manera inmediata las carcajadas y la mofa de los casi 30 congregados en ese momento. Les fue imposible guardar la compostura que el Flaco quería aplicar.
Al Flaco, -consumidor de Cristal- le llovieron bromas recordándole otras de sus situaciones pasadas en que habían dicho algo en la misma línea de conexiones lingüísticas ilógicas; por ejemplo, cuando dio la instrucción para iniciar la oración de los sagrados alimentos por la tarde, donde igual, se puso muy solemne.
-¡Muy bien compañeros, agachen los ojos y cierren la cabeza, vamos a iniciar la oración…!
-¡Malditas drogas! gritó en medio de la oscuridad, El Piolín.
Retumbaron las risas y se desató una metralla de ocurrencias irónicas, sarcásticas, mordaces y de auténtico humor negro por parte de los casi 30 congregados dispuestos para dormir.
-¡Ustedes no se entienden bien o yo no me explico mal! -se defendió.
-¡Este güey es de los que ven elefantes rosas volando! -dijo el Tony, mientras el Guajillo, se ahogaba y pataleaba en un ataque de risa sobre las cobijas y su colchoneta.
Todos ellos, cómodamente caben en la codificación de los síndromes de intoxicación y abstinencia porque padecen alguno o algunos de los trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos definidos en el DSM-5.
YA NO ES ADICTO, ES TRASTORNO
Debido a que cualquier droga consumida en exceso provoca una activación directa del sistema de recompensa del cerebro que participa en el esfuerzo de los comportamientos y la producción de recuerdos, es que la palabra adicción ya no se utiliza como término diagnóstico para describir problemas graves relacionados con el consumo compulsivo y habitual de sustancias.
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5, señala que se debe de utilizar una expresión más neutra y es Trastorno.
Trastorno sirve para describir un amplio abanico patológico, desde un estado leve a uno grave de consumo compulsivo y continuamente recidivante, o sea; la reaparición de una enfermedad algún tiempo después de padecida.
De acuerdo al Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5, los trastornos relacionados con sustancias se dividen en dos grupos: los trastornos por consumo de sustancias y los trastornos inducidos por sustancias.
Especifica el DSM-5, que hay afecciones inducidas por sustancias como intoxicación, abstinencia y otros trastornos mentales inducidos por una sustancia o medicamento: trastornos psicóticos, trastorno bipolar, trastornos relacionados, trastornos depresivos, trastornos de ansiedad, trastorno obsesivocompulsivo y trastornos relacionados, trastornos del sueño, disfunciones sexuales, síndrome confusional y trastornos neurocognitivos.
El Marrano, el Malosín, el Pelos, el Gargamel, el Sincuello, el Siempreinterno, el Avatar, el Presidente, el Barbas, el Tolo-pendejo, el Mogli, el Chiquilín, el Quetzal, la Changa y el Todas-mías, entre otros, afuera de la Casa de Ayuda Mutua, en la calle, eran consumidores de sustancias como el Cristal, el Crack, los opiáceos, sedantes, hipnóticos y ansiolíticos, estimulantes, tabaco, alcohol, cafeína, canabbis, alucinógenos, fenciclidina, inhalantes y todo aquello que los pusiera “High”.
Todos ellos, cómodamente caben en la codificación de los síndromes de intoxicación y abstinencia porque padecen alguno o algunos de los trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos definidos en el DSM-5.
¿Y qué hay con la abstinencia? Algunos datos sobre los síntomas son: sentirse irritado, malhumorado o molesto, sentirse nervioso e inquieto, tener dificultad para concentrarse, tener problemas para dormir, sentir más hambre o subir de peso, sentirse ansioso, triste o deprimido.
“Evadir el dolor nos arrastró a un tormento profundo; pero ahora, nos dicen que solo nuestro fondo de sufrimiento, nos podrá rescatar”: Tony, “El siempreinterno”.
DEMANDA, URGENCIAS Y FALLECIMIENTOS
De acuerdo al “Contexto de la demanda de sustancias ilícitas en 2022-2023 y acciones del Gobierno de México en materia de salud mental y adicciones”, publicado por la Secretaría de Salud y el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de drogas, en los últimos cinco años, -2017-2022-, es posible identificar algunos cambios importantes, por ejemplo, que en ese periodo la demanda de tratamiento por consumo de Estimulantes de Tipo Anfetamínico, incrementó en 218%, y la de alcohol y marihuana disminuyeron 11% y 52%, respectivamente.
En el caso de los fentanilos, señala que los de producción ilícita. -sustancia que cuyo uso ha proliferado en mayor medida en ciertas localidades del norte de México-. En el contexto de tratamiento, desde 2018 se ha constatado un crecimiento de la demanda de atención por uso de estas sustancias.
Los principales focos de consumo en 2022 –asegura- se encontraron en ciudades fronterizas de Baja California (Mexicali y Tijuana), Chihuahua (Ciudad Juárez) y Sonora (San Luis Río Colorado), localidades de los estados de Sonora, Aguascalientes, Ciudad de México y Durango.
En el marco de las acciones de los centros comunitarios institucionales del país, el informe, “Contexto de la demanda de sustancias ilícitas en 2022-2023 y acciones del Gobierno de México en materia de salud mental y adicciones”, menciona que de 2019 a 2023, realizaron 2 millones 171 mil 586 detecciones oportunas de riesgo psicosocial en adolescentes para intervenir en ellos oportunamente desde el ámbito escolar y se atendieron en tratamiento a 305 mil personas, con el 50% de las intervenciones en materia de salud mental y el 50% en adicciones.
Continuando en el contexto, pero enfocado ahora a las consecuencias, el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas, el Secretariado Técnico del Consejo Nacional de Salud Mental, los Servicios de Atención Psiquiátrica y la Dirección General de Información en Salud, publicaron en 2021, estadísticas comparativas sobre defunciones relacionadas con el Consumo de Sustancias Psicoactivas en 2011 y 2021.
Se establece entonces que, las Defunciones Relacionadas con el Consumo de Sustancias Psicoactivas en 2011 en el país, fueron 2 mil 640 de las cuales, 2 mil 541 fueron hombres y 99 mujeres.
En 2021 (faltan dos años de actualización en la página oficial) hay un registro de 2 mil 998 defunciones, de las cuales, 2 mil 757 son hombres y 241 mujeres.
Hay que recordar que son datos registrados de trastornos mentales y del comportamiento debidos al uso de alcohol, opiáceos, cannabinoides, cocaína, otros estimulantes, incluida la cafeína, tabaco, disolventes volátiles, múltiples drogas y al uso de otras sustancias psicoactivas.
En el apartado estadístico de Urgencias relacionadas con el Consumo de Sustancias Psicoactivas, menciona el documento del Observatorio Mexicano, que en el año 2011 en el país, hubo 31 mil 322 ingresados de urgencias, de los cuales, 24 mil 053 fueron hombres y 7 mil 269 mujeres.
Para el año 2022 (en este rubro la página oficial menciona que son datos preliminares) hubo 42 mil 896 ingresos de urgencias y fueron 33 mil 911 hombres y 8 mil 995 mujeres.
UN DÍA A LA VEZ
En la Casa de Ayuda Mutua para varones, los usuarios realizan actividades de manera autónoma, denominados “servicios” y estos son específicos, como la preparación de alimentos en la cocina, los “guardias” responsables del control y el orden, la ropería, el mantenimiento, la limpieza, la contención -adaptación al nuevo entorno- y demás detalles, que hacen sustentable a esta Casa de Ayuda Mutua, que no es una razón social, sino un concepto que conjuga experiencia y profesionalismo.
Si bien se basa en una estructura terapéutica, cada uno de los usuarios cuida del otro como cuidar de sí mismo y en eso se basa la filosofía de la Casa que se resume en “servicio y agradecimiento a los demás”.
El proceso de los usuarios consiste en cuatro meses de estancia durante los cuales, nos solo aprenden sobre los síntomas de su enfermedad a partir de un proceso terapéutico impartido por psicoanalistas, tanatólogos, consejeros en adicciones y demás asistentes en control de emociones y reafirmación de las creencias espirituales, como Testigos de Jehová y la Iglesia Cristiana. A la par, este equipo multidisciplinario, aplica también el programa de AA, en específico, 4º y 5º paso.
La suma de esfuerzos, tiene el objetivo de generar Conciencia de Enfermedad en cada uno de los usuarios, algo semejante al profundo concepto griego de reflexión, “conócete a ti mismo”, ya que este da poder personal, sentido y valor propio, reivindicando la autoestima de los usuarios.
Desde que se levantan y toman el primer café o té, inicia el proceso terapéutico. Algo curioso es el valor social que se desarrolla con este gesto aparentemente insignificante, pues reactiva las relaciones interpersonales a partir de la primera charla del día.
Se continúa con actividad física para reforzar los cuerpos de los usuarios que llegan marcados por las secuelas del consumo de sustancias adictivas, como descalcificación, pérdida de masa muscular, color de piel grisácea y muy baja energía.
Posterior al ejercicio, se asean y preparan para recibir el primer alimento del día, el cual, ellos valoran a partir de sus esfuerzos en las actividades de sus “servicios” ya que comienzan a sentirse merecedores; es decir, “ya se lo ganaron”.
Tras una oración para agradecer a un poder superior por el plato de comida que tienen enfrene y sobre la mesa, -que representa el valor de sus esfuerzos en el cumplimiento de sus responsabilidades-, ellos comprenden que han contribuido en la parte que les toca.
Después de esto, comienza la limpieza de la casa para poder recibir la primera de varias sesiones terapéuticas, y como si fuera una escuela, los usuarios se preparan con sus plumas y cuadernos y se disponen a mantenerse receptivos a la información de su enfermedad que les imparten, -igual que un maestro-, los especialistas durante el transcurso del día.
Luego de algunas sesiones, se organiza lo necesario para la hora de la comida y los primeros usuarios que reciben los alimentos, son aquellos de nuevo ingreso que se encuentran en un espacio especial de contención (observación). Los servidores de tiempo y experiencia tienen como indicación que los más importantes son los nuevos usuarios.
Luego, cada uno de los servidores, después de atender a los nuevos, pasa por sus alimentos y se lleva a cabo una oración de agradecimiento.
Al final de la comida, cada uno lleva sus utensilios al área de entrega y recepción de alimentos donde son lavados por otros servidores.
La idea de la disciplina, se basa a partir del ejemplo, y la máxima es “trata a tu compañero, como te hubiera gustado que te trataran a ti al momento de tu ingreso”
De nuevo se realiza una limpieza general, para preparar el espacio y este, que fue un salón de clases, se convierte en un grupo de AA donde el principal rival a vencer, es uno mismo y su enfermedad.
Al término de la junta y para finalizar el día, se realiza una oración, la cual da por sentado que las actividades han terminado y se dispone cada usuario y servidor a descansar.
Hay que agregar que existen ratos libres donde -en este caso el Flaco que ya lleva dos meses- toca el clarinete casi con una precisión que difiere en extremo de sus expresiones lingüísticas. Como él, hay quien toca la guitarra, dibuja, escribe o se confiesa con otro compañero. Aquí, de pronto, redescubren sus talentos y se genera una sinergia que contagia a los demás a encontrar algo en lo que pueden ser igual de destacados.
En algunas ocasiones, -cuando se encuentran más relajados-, comienza la hora musical de las complacencias o como ellos le llaman: “El rincón del conmiserado” por el tipo de música nostálgica que les hace recordar y a veces llorar, por el amor de la mujer que no saben si aún los sigue esperando afuera.
También hay momentos en que las emociones no están a flor de piel y se limitan a realizar una rifa para ver el orden de las películas que quieren ver.
Aquí, se reeduca, resignifican los valores y la dignidad del ser humano que alguna vez se perdieron tras un “bote”, un “foco” una pipa, un “fume”, un “arponazo” o simplemente tras la botella y todo empieza con una simple frase aportada por el Pelos que jugando comenzó a decir: ¡Por favor-y-gracias! Así, todo junto y que estimuló en el Tony, una objetiva y profunda reflexión que es:
“Parte de la estructura de lo que se perdió en la “actividad” o fondeo, es el agradecimiento. Antes de las consecuencias y las secuelas de este camino, se piensa que todo te lo mereces, pero ya estando aquí, como usuario, en una casa de ayuda mutua, es lo primero que se rescata: ¡Por favor-y-Gracias! Así, junto. Son las palabras mágicas…”
Los responsables de esta Casa de Ayuda Mutua, tienen una frase que constantemente repiten a los usuarios desde que ingresan sin importar su pasado: “¡Te mereces lo mejor! ¿Y quién te lo tiene que dar? ¡Tú mismo!”.