El tema de la trágica muerte de Ariadna Fernanda, la joven que fue encontrada al costado de una carretera en Morelos el pasado 31 de octubre, me trajo a la mente el recuero de la estrategia mediática conocida como la “caja china”: Una forma de desviar la atención de una severa problemática para logar, a la vez, encumbrar a un determinado político.
En la película de Luis Estrada, La Dictadura Perfecta, narran la utilización del supuesto caso de un secuestro de dos menores para desviar la atención de las acusaciones que pesan sobre un gobernante corrupto para, al mismo tiempo, generarle una imagen positiva no sólo en su entidad, sino a nivel nacional, que termina favoreciéndolo al grado de lograr la presidencia de la República.
El gobernante en cuestión se monta en el caso, abandera y encabeza la búsqueda de las niñas desaparecidas mientras gana reflectores en la escena pública, en contubernio con una poderosa televisora nacional. El caso y exposición mediática, calculada paso a paso, duran lo suficiente para que los adversarios del inescrupuloso político sean rebasados y queden en el olvido popular su enriquecimiento ilícito, delitos y demás transas.
Dada la controversia acerca de las causas de muerte de la joven Ariadna, en voz de la fiscal de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, de la falta de información entre los niveles de gobierno, pues la versión de los hechos expuesta en la reunión de seguridad en Palacio Nacional, el lunes pasado, fue parcial, y sirvió para que Claudia Sheinbaum, jefa del gobierno capitalino, se lanzara contra el fiscal de Morelos y tenga como resultado mediático, que se haya puesto en todos lados a Claudia como quien denuncia y encabeza la búsqueda de justicia. O sea, se monta en el caso y gana reflectores a nivel nacional, dejando atrás muchos otros casos de feminicidios, una incalculable cantidad de pendientes, promesas incumplidas y las revelaciones sobre su posible participación en ilegales actividades políticas, como las filtraciones sobre personajes públicos, que opera Layda Sansores, gobernadora de Campeche, por poner un claro ejemplo, me hacen caer en la cuenta de que todo lo tienen calculado.
Si lo menos importante, en el fondo, no es la justicia y la verdad, sino el aprovechamiento del caso para elevar la popularidad de Sheinbaum, estaríamos ante la politización de un tema muy sensible para la sociedad mexicana, que ha dejado de ser legal y policial, para convertirse en una herramienta de mercadotecnia electoral. Y eso sería sumamente grave. Hasta la familia de la víctima estaría siendo utilizada con fines perversos. Como en la película de La Dictadura Perfecta, algo absoluta y moralmente reprobable.
Y para iniciados
El paquete presupuestal 2023, aprobado por 15 de los 20 legisladores, se ha venido ganando el aplauso y reconocimiento de diferentes instituciones gubernamentales, desde los municipios hasta los organismos autónomos. Pero tiene enfurecido al gobierno de Cuauhtémoc Blanco Bravo, a quien de plano no se le ven intenciones de aceptarlo. La causa de la molestia es clara: quitaron la cláusula de libre transferencia entre partidas presupuestales. Atinó en sus declaraciones la jefa de la oficina de la gubernatura, Mónica Boggio Tomazas Merino: los dejaron con las manos atadas y como así no podrían meter mano al presupuesto, están lo que le sigue de molestos.
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