Por Jorge Schiaffino
Es lamentable oír a un ejecutivo de Estado hablar con tanta bajeza cultural, con tanta pobreza de lenguaje pero eso no nos debe de asombrar porque tenemos casi ya cinco años de desgobierno en Morelos el señor blanco bravo lo mismo gritaba e insultaba o golpeaba por la espalda o se escondía en una cancha de juego para agredir a los contrarios esa es la actitud de un hombre sin preparación, de un hombre sin educación y no me refiero sólo a la educación que te da los libros o la docencia o la escuela el roce cultural al que estás expuesto cuando vas a la escuela y te sientas 7 horas a escuchar a quienes si se prepararon para dar clases a quienes si se prepararon para que sus alumnos sean hombres o mujeres de bien en el futuro, me refiero a la pobreza intelectual.
A nadie se le ha observado o criticado por venir de una familia de escasos recursos, al contrario, es de aplaudir a quienes salen adelante con esfuerzo y dedicación.
Nadie le cuestiona al señor Gobernador que haya salido adelante con su propio esfuerzo que haya logrado ser un futbolista destacado en el país sólo en el país, nadie le cuestiona al señor Cuauhtémoc Blanco a ver ganado las elecciones producto lo sabíamos todos de su popularidad de lo que representa el fútbol en este país del fanatismo y el nacionalismo ultranza con el que en este país el fútbol nos hace olvidar los grandes problemas de la nación o del Estado, nadie le cuestiona a Cuauhtémoc Blanco haber sido elegido de manera Legítima.
Lo que si se lo cuestiona o lo que si se le debe cuestionar es su trabajo a lo largo de cinco años como gobernador en Morelos, pareciera mi querido Teodoro que lo seguimos comparando con futbolistas o con los entrenadores o con los utileros, con el mundo del fútbol pues o con el medio futbolístico.
Al señor Blanco se le tiene que cuestionar hoy como Gobernador del Estado, se le tiene que cuestionar hoy en los alcances de sus promesas, al señor Bravo se le tiene que cuestionar hoy y criticar o reconocer por su trabajo como Jerarca del Estado, el señor Blanco Bravo, cobra hoy como Gobernador Constitucional del Estado de Morelos no como futbolista al señor Bravo se le tienen que cuestionar las decisiones que toma respecto de la seguridad pública en el Estado se le debe cuestionar las decisiones que toma respecto del quehacer de sus secretarios y sus funcionarios más cercanos se le tiene que cuestionar por la falta de oficio político y de relación gubernamental con los Poderes del Estado, se le tiene que cuestionar que cada que existe un homicidio todos los días en Morelos no atina a responderle a la sociedad que votó por él, se le tiene que cuestionar por la falta de empleo y el surgimiento y la creación de empleos emergentes en los que la clase media de esta sociedad morelense hemos tenido que incluso salir a la calle a expender productos para llevar comida a nuestras casas, se le tiene que cuestionar la bajeza cultural de sus declaraciones, se le tiene que cuestionar el cinismo de sus secretarios de Estado hoy queriendo gobernar una vez más.
Un estado en la pobreza un Estado la desesperanza un Estado sumido en la corrupción como nunca en la historia de Morelos, un Estado inseguro, un Estado con nula competitividad, un Estado con el peor poder adquisitivo de la nación un Estado olvidado del desarrollo económico no conocemos a cinco años del desgobierno del señor Bravo una obra o infraestructura en materia educativa una obra o infraestructura en materia de salud, como nunca en la historia de Morelos Los derechohabientes del sistema de salud pública en Morelos si no tienen ISSSTE o no tienen IMSS tienen que ir a la empresa privada de salud para alcanzar el bienestar físico y desde luego han proliferado las farmacias y empresas farmacéuticas en Morelos porque hay un desabasto del 95% de las medicinas en el estado de Morelos.
Los secretarios del ejecutivo local son parapetos del gobierno no tienen organización no tienen determinación ni oficio político para crear convenios que beneficien a la salud pública en Morelos que beneficien a la sociedad de Morelos y que beneficien al desarrollo económico del Estado.
Pocos empresarios que hoy subsisten en Morelos son aquellos que históricamente hace más de 20 o 30 años han sido quienes le dan viabilidad y desarrollo a Morelos a través de la poquísima generación de empleos que ellos y sus negocios le pueden ofrecer al pueblo.
No conocemos una actividad en materia de trabajo que permita que los morelenses tengan un empleo formal prestaciones sociales y les permita tener una vida digna.
Pero eso si el bravucón del Gobernador, reta a un tiro de huevos al Diputado Alonso con quién coincido en sus declaraciones el tiro no es con él, es con la población que confío en sus mentiras, es con el desempleo, es con la falta de obras públicas, es con el mal estado de las carreteras y las vialidades, es con la corrupcion de su gobierno, es con la intromisión de sus familiares y cercanos en los dineros del pueblo, es con los resultados en materia de inseguridad, es con la desesperanza del pueblo motelense, de sus familias y de las oportunidades de vivir en un mejor estado.
Es con la falta de oportunidad, es con los jóvenes, es con los adultos mayores, con la empresarios y con la opinión pública.
Con todos esos se debe rifar un Tiro. Le faltaron tamaños al Gobernador para Responderle a la gente, para dar resultados para caminar los pueblos y las calles de morelos, para hacer alianza con los Diputados y con la socisedad, para definir políticas públicas en beneficio de los morelenses y sus necesidades.
En fin las envidaras y la desaprobación del pueblo de Morelos es evidente, el coraje y la impotencia son sentimientos con los quw ya vivimos a diario en Morelos.
Pero seamos congruentes con nuestro decir y nuestro actuar. Al fin siempre habrá otra posibilidad de elegir a nuestros gobernantes, siempre habrá otra posibilidad de reflexionar las cosas, lo actuado y los resultados.
Ojalá el Gobernador entienda que el Estado es mucho más valioso que sus historias de cancha, que sus bravuconerías y bajezas culturales.
Ojalá entienda que los resultados hablan por sí solos los buenos y los malos resultados.
Que pena de Gobernador y de Gobierno, sin argumentos, sin orden, sin planeacion, sin rumbo.
Pero ya viene el juego del 2024 y la sucesión.
Momento preciso para redefinir el rumbo y reflexionar nuestra decisión electoral, la que le dé o no rumbo a esta historia de terror, que seguimos viviendo.