Cualquier transformación que se quiera implementar en Cuernavaca debe pasar, necesariamente, por una profunda reestructuración administrativa y financiera que permita reorientar el gasto público y reducir la exhorbitante suma que hoy se destina al gasto corriente, advirtió el aspirante a la candidatura a la presidencia municipal de Cuernavaca, por el Partido Movimiento Alternativa Social, Matías Nazario Morales.
Si de 1,50O millones de pesos, solo 50 millones se destinan a obra pública y 800 millones al pago de nómina, como sucedió el año pasado, según dicho del alcalde, es que el proceso de planeación y programación del gasto público está fallando o de plano es inexistente, y eso hay que revertirlo, señaló el ex legislador federal.
Toda mejora en infraestructura urbana o prestación de servicios públicos, requiere mayores recursos y ello solo se logrará reorientando el gasto público, agregó.
Por eso, dijo tajante, quienes prometen un cambio de la noche a la mañana, una transformación milagrosa de la ciudad, mienten con el fin de atraer los reflectores, y no se trata de eso, la problemática de Cuernavaca requiere antes que nada, honestidad para reconocer la gravedad de la situación, y valor para asumir el reto.
Prometer ese cambio milagroso es muy fácil cuando se cuenta con los recursos para ello, como cuando asumió la administración 1997/2000, que el presupuesto subió de 150 a más de 500 millones anuales, pero hoy la realidad es distinta y quien gane la próxima elección debe tener la capacidad para reorganizar las finanzas públicas y la determinación para asumir el costo político que generará una verdadera reestructuración administrativa municipal.
Resolver el grave problema de la deuda pública, que al fin de esta administración será cercana a los 2 mil millones de pesos, y enfrentar el desorden político, administrativo y financiero en que se encuentra el municipio, no es tarea de aventureros políticos, de obsesionados por el poder ni de nostálgicos del reconocimiento público, las portadas de revistas o pantallas televisivas.
Sólo quien realmente quiere y está comprometido con Cuernavaca, como yo, puede estar dispuesto a trabajar para sacar a nuestra ciudad adelante, tomando las decisiones necesarias, por difíciles o impopulares que sean, sin esperar por ello el reconocimiento público, concluyó Matías Nazario.
