Morena ¿igual o peor que el PRI y el PAN?
La confusión reina en la encuesta de Morena para la designación de sus dirigentes nacionales. Los aspirantes a Presidente y Secretario General se han lanzado a una improvisada campaña exprés para incrementar su popularidad, los grupos internos promueven a sus candidatos con desesperación. Y los simpatizantes de Morena siguen presenciando un bochornoso circo de acusaciones y reclamos.
Hay quienes dicen que ya desde arriba está decidida la fórmula que encabezará al partido en el gobierno para las próximas elecciones. Con firmeza sentencian que la mano del Tlatoani de Palacio Nacional ya señaló a los ungidos. Si eso fuera cierto, y ya la decisión sobre qué mujer y qué hombre serán los triunfadores en la contienda las encuestas a cargo del INE no serían más que un trámite, una simulación y un engaño. De ser así, de haberse arreglado en la cúpula el resultado del estudio demoscópico, el partido Morena habría resultado ser igual o peor que el PRI y el PAN, en sus momentos de máxima concentración del poder. Sería cualquier cosa menos un partido democrático.
Al margen de si es cierto o no que el líder moral de Morena, Andrés Manuel López Obrador, ha cumplido su palabra de no intervenir en la vida interna del partido que él fundo y que lo llevó a la Presidencia de la República, hay elementos como para no creer en quienes dicen que ya todo está decidido, porque unos sostienen que será Mario Delgado, que ya hay línea del Presidente para que así sea, mientras otros apuntan que Muñoz Ledo es ya el elegido. Un tanto igual sucede con las candidatas a la Secretaría General.
Sea cual sea el resultado, haya intervenido o no López Obrador, resulte cierto o no que haya acuerdos en la cúpula morenista, este partido saldrá dividido, enfrentado, manchado por diversos señalamientos entre los mismos contendientes y sus equipos y, por tanto, debilitado. Va a requerir de lo que en tiempos del PRI le llamaban “Operación Cicatriz”: compromisos electorales, repartición de puestos y canonjías. Dada la situación a la que los morenistas llevaron a su partido no tienen otra que actuar como lo hizo durante décadas el PRI, simulando ser democrático, pero actuando de manera autoritaria.
Si las molestias con los resultados de la encuesta, que por supuesto las habrá, son de gran envergadura y no pueden ser controladas con la operación cicatriz, corre el riesgo Morena de ser señalado en efecto que no es igual al PRI, sino peor: las suma de las peores prácticas autoritarias del PRI con la cerrazón de la izquierda intransigente y la cultura del privilegio de la derecha recalcitrante.
Para iniciados
Muy pero muy pronto comenzaremos a ver en la escena pública, con regularidad y constancia, al promotor de uno de los pocos partidos políticos nuevos que podrían sobrevivir a la elección del 2021. Enrique Paredes Sotelo, muy querido por unos y muy criticado por otros, ya se ganó un lugar en las boletas electorales. Ahora habrá que estar atentos a cuál de los cargos en disputa aspirará.
Excelente inicio de semana.
La información es PODER!!!