Hay notas periodísticas que se antojan inverosímiles. A principio de mes apareció en el diario Reforma la nota titulada “Asaltan a Pemex también en altamar”
No conforme con el huachicoleo y los piquetes en ductos, la delincuencia organizada ahora con un comando pirata, asaltó a Pemex en altamar, ¡en altamar!
Trabajadores de las plataformas Ku-Hu y Zaap Delta, ambas en la Sonda de Campeche, reportaron el asalto pirata el viernes 7 de este mes, en donde hubo dos petroleros heridos.
Los «piratas» estuvieron horas en ambas plataformas pese a los llamados de auxilio que el personal hizo cuando iniciaban el abordaje.
Estos hechos en donde la violencia estuvo presente, en las plataformas de la región, nos recuerdan las penurias de Pemex. La paraestatal enfrenta también las acusaciones de trabajadores de esas unidades, de tener incomibles alimentos de mala calidad, algunos hasta caducados, debido a la pobreza que sufre la empresa.
Es inaudito que las plataformas de perforación de PEMEX, propias o arrendadas, carezcan de seguridad. Las estaciones de almacenamiento, como la que existe indebidamente, en Paseo Cuauhnáhuac en nuestra ciudad, cuentan con patrullaje de la Guardia Nacional.
La piratería no tiene límites ni quién los detenga, las fuerzas de seguridad están entretenidas en la frontera norte de nuestro país, así como en la vigilancia de los estados de Tamaulipas, Michoacán, Tabasco, Campeche y Sinaloa en donde la delincuencia ha actuado con toda impunidad.
Afortunadamente la SEMAR entró al quite en esta bronca y ofreció a la presidenta el apoyo incondicional de la Armada de México. Órale, hoy, buques tanques, lanchas torpederas y hasta acorazados, nada que ver con los tacos, protegerán a los cientos de plataformas que sufren diseminadas en el Golfo de México, no en el inexistente de América.
Lo que sigue siendo inentendible es la constante defensa que de PEMEX hace la presidenta Claudia, afirmando que, con la Cuarta Transformación se ha recuperado la dignidad del pueblo mexicano y ofreció en Veracruz, a título propio, rescatar la petroquímica de Petróleos Mexicanos.
La persistencia de la Doctora Sheinbaum por rescatar a PEMEX es riesgosa para le economía nacional, México se ha visto altamente expuesto en la calificación de su deuda soberana al seguir subsidiando a la fracasada paraestatal quebrada desde hace muchos años.
Demasiadas han sido las advertencias que las Calificadoras de Riesgo le han enviado al gobierno federal recomendando que para sanar a PEMEX se requiere vender los activos improductivos, o sea ¡todo!, y concentrar la actividad en lo más rentable, o sea ¡en nada!; no comenzar nuevos proyectos de nula rentabilidad, como lo son todas las actividades industriales de Pemex, entre ellas, la petroquímica.
El gobierno no parece percibir el tamaño del fracaso, soslaya las recomendaciones de los entes internacionales de alejarse de la contaminación financiera que representa el parásito PEMEX. Perseverar en esa intención difícilmente les permitirá revertir el declive de esa empresa ya no Productiva, jurídica y financieramente, al ser Empresa Pública del Estado.
En comentarios anteriores me he referido a la deuda empresarial que tiene PEMEX, registrada y no registrada, debe unos 20,500 millones de dólares a proveedores inscritos, desconociéndose la deuda de los no inscritos. La deuda financiera de la petrolera mexicana rebasa los 100,000 millones de dólares, según sus últimos estados financieros, yo agregaría, más lo que se acumule esta semana.
Tanto los acreedores que tienen registrados sus créditos, así como aquellos Contratistas que, por la dolosa negativa de la empresa a abrir el portal para el debido registro de los pasivos por ella obtenidos, han actuado con responsabilidad y angustia demandando la intervención judicial mediante litigios que prontamente tendrán que ser ventilados en los juzgados en donde se han denunciado esos quebrantos.
Estas disputas, a su vez, han provocado que se retrasen otras licitaciones, que originan la no adquisición de bienes e insumos de la petrolera. Recordemos que hace poco la empresa declaró la carencia de recursos para dar mantenimiento a todas sus instalaciones en el país, pregunto: ¿quién supervisa el buen estado de la TAD, Terminal de Almacenamiento y Despacho de Petróleos Mexicanos ubicado en el Paseo Cuauhnáhuac de esta ciudad? Estaría bien que, protección civil del Estado hiciera esa labor para brindar tranquilidad y seguridad a los pobladores de esa región.
Esta Terminal tiene una edad de 55 años. ¿Cuándo fue la última aplicación del protocolo del Análisis de Riesgos de Seguridad de esa empresa? Al menos en los últimos seis años no lo hicieron, el Gobierno de la Cuarta Transformación utilizando todos los recursos disponibles y no, en la construcción de sus mega proyectos, no compró los medicamentos de los enfermos de cáncer, mucho menos se ocupó por evitar el riesgo en las instalaciones de la ¡orgullosa Petrolera Mexicana!
El emblema de “Hecho en México” puede ser exhibido con mucho orgullo por los empresarios, lamentablemente el del Charrito PEMEX, dudo que pueda exhibir la misma calidad.
Amigos como siempre ¡les dejo un afectuoso saludo!