El tema obligado de esta semana son las olimpiadas de París, 2024, un evento que data del antigua Grecia allá por el siglo VIII A.C, un evento en el que se realizan distintas actividades deportivas, multidisciplinarias y el que ha ido evolucionando en el tiempo y en la historia de la propia humanidad.
Cada cuatro años, la fiesta deportiva más importante del orbe, se da cita en un lugar y momento específico de la historia deportiva del mundo, pero también de la historia política de quien recibe a miles de deportistas de todas las naciones del mundo buscando la supremacía deportiva, pero también hay que decirlo la supremacía política y en sí mismas las olimpiadas son un mensaje político al mundo, al poder global, a la economía y al diseño de los gobiernos, de sus formas de gobierno, pero siempre tenemos que pensar que por encima de todo esto está el espíritu deportivo de Pierre de Coubertin, fundador de los juegos Olímpicos de la era moderna.
Dichos Juegos Olímpicos se han venido desempeñando cada cuatro años, excepto en 1916, 1940 y 1944, debido a las guerras mundiales que tuvieron lugar durante dichos periodos y en Tokio hace tres años, debido a la pandemia del COVID-19 también tuvo una participación en la historia deportiva del mundo, muy Sui Generis.
Pero así arribamos a la justa deportiva más importante del mundo en París, 2024 a lo largo de poco más de cuatro semanas, miles de competidores del mundo se disputan la gloria olímpica, pero también hoy en un mundo tan global, tan político, tan económico, desde luego se disputan la jerarquía de la mercadotecnia, de las marcas deportivas, de los grandes contratos y de una vida mucho mucho más desahogada, para los deportistas.
Por qué comento esto porque aquel espíritu del deporte olímpico amateur, de a poco, va quedando en el olvido, la majestuosidad de las pruebas de atletismo, sobre todo, de aquellas de velocidad, los 100 metros planos los 200 metros, o aquellas de resistencia como el maratón, la marcha, se han vuelto a lo largo del ciclo olímpico, motivo de ligas mundiales de atletismo patrocinadas por el poderío económico de las marcas a nivel mundial.
El Deporte se ha transformado de tal manera que hoy el profesionalismo, el dinero, los anuncios publicitarios y el poder económico del mundo está situado en el deporte y en la derrama económica que significa seguir hoy en las redes sociales, por ejemplo a deportistas de alto rendimiento a lo largo del mundo, incluso hace no muchos ciclos olímpicos, han sido aceptados deportistas profesionales en competiciones que de origen fueron amateurs, buscando promover la paz mundial, como parte fundamental de su creación en la era moderna y de la penetración comercial de dichos deportistas profesionales.
Deportes como el fútbol, el tenis, el baloncesto entre otros, permiten hoy en la competencia la participación de deportistas profesionales, es así que jugadores como Messi, Michael, Jordan, Rafael Nadal, entre otros quienes han dedicado su vida al deporte profesional han podido también ser parte de la fiesta deportiva mas importante del mundo.
A lo largo de la historia olímpica en la era moderna, nuestro país ha obtenido 73 medallas, sin duda esfuerzos meramente individuales de los deportistas, a lo largo de la historia del deporte mexicano, cada ciclo olímpico las y los deportistas de Mexico luchan por obtener financiamiento privado, porque el público es muy poco para aspirar llegar en optimas condiciones a la justa deportiva.
Algunos deportes como la natación que nos diera sobre todo en la persona de Felipe Muñoz gloria olímpica en 1928, en 1948 y desde luego en las olimpiadas de México, 1968, clavados como Paola Espinosa, Romell Pacheco, Jesus Mena, Joaquin Capilla, Carlos Girón, Fernando Platas, Tatiana Ortiz, Alejandra Orozco, entre otras, o en marcha como Ernesto Canto, Raul González, el Sargento Pedraza, Daniel Bautista, a últimas fechas la extraordinaria participación de una de las mejores medallistas en la historia de nuestro país, en Tae kwan Do, como lo es María del Rosario Espinosa, y desde luego a últimas fechas también la extraordinaria participación de las arqueras los arqueros mexicanos, como Alejandra Valencia, Aida, Roman Mariana Avitia, Luis Alvarez, Ángela Ruiz y Ana Paula Vazquez.
Y sin dejar de lado la participación en los 400 metros planos de Ana Gabriela Guevara, quien pasó de ser una extraordinaria deportista que en su momento paralizó al país a ocupar el cargo más importante en la gestión administrativa del deporte nacional en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador quien la nombrara como Directora de la CONADE.
Muchas han sido las críticas de la gestión de Ana Gabriela Guevara, al frente del deporte mexicano, deportistas que han manifestado su rechazo a los procesos de su gestión, pero sobretodo a los procesos en los que deben estar involucrados los deportistas de alto rendimiento, para poder aspirar a competir por las medallas olímpicas cada cuatro años.
El ciclo olímpico debe estar inmerso no sólo de una beca deportiva, que en lo económico se traduce en algo así como $20,000 pesos al mes, el ciclo olímpico debe estar sustentado, patrocinado, soportado por recurso público que permita que los deportistas de alto rendimiento o quienes tienen posibilidades de medalla olímpica, viajen constantemente al extranjero
a competir en el nivel en el que se desarrollarán las olimpiadas, los campeonatos mundiales, las etapas de clasificación tienen que estar sustentadas por los mejores entrenadores y los mejores procesos de desarrollo deportivo, emocional, físico, pero también psicológico de cada deportista.
Si no somos un país productor de medallas olímpicas como las grandes potencias en algunos deportes, el país y sus deportistas han dado muestras no sólo de participación digna, sino de competencia directa con las grandes potencias, y aquí es donde nos preguntamos ¿Por qué el deporte mexicano no copia a las grandes potencias en el desarrollo de sus deportistas? ¿Por qué no especializar al deporte mexicano en aquellas disciplinas en las que se le ha dado Gloria al país y Esperanza al deporte mexicano? ¿Por qué no destinar parte fundamental del recurso al desarrollo de deportistas jóvenes en los clavados,tiro con arco ,taekwondo,boxeo y aquellos deportes que históricamente le han dado gloria a Mexico a sus deportistas y a la nación completa.
La gestión de Ana Gabriela Guevara, al frente del deporte mexicano, ha sido un desastre. Sus declaraciones han sido más como deportista que como administradora o Servidora Pública.
El pleito frontal con atletas que cansados de la indiferencia del deporte federado, han levantado la voz y exigido mayor apoyo sistemático para el desarrollo y la evolución de sus carreras deportivas, ha sido más importante el pleito y la corrupción en la gestión deportiva y administrativa de Ana Gabriela Guevara, que la preocupación del Estado Mexicano por el deporte federado en nuestro país.
Al cierre de esta participación editorial, Mexico cuenta con una honrosa participación en París, con 3 medallas olímpicas, sólo por el esfuerzo individual de cada deportista mexicano que ha conseguido una presa histórica en tiempos donde el deporte tiene que ir de la mano con el más alto rendimiento y preparación posible, y eso tiene que ver fundamentalmente con los recursos que se le inviertan al desarrollo deportivo y sobretodo al proceso de crecimiento deportivo en condiciones óptimas para su desarrollo.
Ayer, una clavadista mexicana después de su participación expresaba en los medios de comunicación, su petición pública a la próxima presidenta de Mexico para que en el caso específico del deporte federado en México, ponga singular atención en quien vaya a desempeñar el cargo de director o Directora de la Comisión Nacional del Deporte para que aquellos deportistas que verdaderamente tienen posibilidades de medalla olímpica, sean atendidos respaldados y llevados de la mano de un verdadero proceso integral deportivo en el ciclo olímpico de cara a los próximos Juegos Olímpicos, que tendrán verificativo en los Estados Unidos de América, donde dicho sea de paso el deporte mexicano siempre, siempre juega de local.
A muy pocos días de qué la justa olímpica llegue a su fin, aun tenemos algunas posibilidades de medalla en clavados desde luego en boxeo con el sinaloense Marco Verde y un poco con las nadadoras de nada sincronizado quienes alcanzaron el primer lugar en el campeonato mundial de este año y con quienes particularmente la directora de la CONADE, tuvo o se enfrascó en un pleito mediático como lo hizo también con algunas otros deportistas de élite en el país, invitándoles a vender calzones o recipientes de plástico o cualquier otra cosa que les permitiera financiar sus gastos en dicha competición internacional en la que por cierto lograron el primer lugar.
Además, está la crítica hacia Ana Gabriela Guevara, en el sentido de haber viajado a Francia en primera clase con un número importante de colaboradores, cuando la responsabilidad de los deportistas en la justa veraniega ya en competencia es del COI (COMITE OLÍMPICO MEXICANO)., y no de la Comisión nacional del deporte, finalmente los resultados que se obtengan en París 2024, serán el reflejo de la política deportiva con la que Mexico trasciende a la historia del olimpismo mundial.
También en el entendido de que en México existen prioridades que atender antes que el deporte olímpico y la trascendencia que significa el olimpismo en el mundo global, en el mundo comercial y desde luego en el mundo político, pero vale la pena hoy ser parte de esta fiesta mundial del deporte olímpico, ilusionarnos un poco cada madrugada, cuando un compatriota sale a la pista, a la alberca, a la fosa de clavados, a la pista, al cuadrilátero o cualquier escenario deportivo y busca llevar a lo más alto la bandera mexicana, es imposible que las fibras más sensibles del ser humano no sean tocadas, cuando una mexicana o un mexicano accede al podio olímpico, a la gloria eterna del deporte mundial, pero sobre todo a los corazones de cada mexicana y cada mexicano que en la participación de sus deportistas exhibe el sentimiento de superación de cada una de sus historias personales de vida, y por eso vale la pena que hoy platiquemos del deporte mundial, del olimpismo y su mensaje de paz mundial, de colaboración, de participación conjunta y del significado de los aros olímpicos en el mundo, sin olvidar la trascendencia histórica de lo que representa el olimpismo en la vida de los países que integran las organizaciones mundiales del deporte.
Esperemos que en lo que resta de la semana, podamos tener alguna noticia más, de alguna medalla para Mexico, para sus deportistas, y personalmente lo digo para cada mexicana y mexicano que ve, insisto, en sus deportistas y en sus logros olímpicos la esperanza de contar con un mejor México, con una mejor sociedad, con la posibilidad siempre de engrandecer a Mexico a su historia y a los mexicanos.
