Luego que la tarde de este miércoles el extitular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, presentó problemas de salud y fue internado un día en el Hospital General de Xoco, este jueves fue llevado al Instituto Nacional de Cardiología.
De acuerdo con los primeros reportes, el exprocurador presentó graves problemas de salud derivados del alto colesterol que tiene por lo que fue llevado del Reclusorio Norte hacia el Hospital General Xoco donde fue internado.
Además, las autoridades penitenciarias indicaron que Jesús Murillo Karam presentó problemas de salud y fue llevado ayer al medio día a bordo de una ambulancia desde el Reclusorio Norte al hospital donde pasó la noche y la mañana de este jueves, cuando fue sacado.
Asimismo, fue durante la mañana de este jueves los doctores consideraron necesario trasladarlo a otro hospital para ser atendido de una afección cardiaca, por lo que fue llevado al Instituto Nacional de Cardiología.
Por esta razón, Murillo Karam abandonó el Hospital Xoco en camilla y a bordo de una ambulancia que lo condujo al Hospital Nacional de Cardiología a donde llegó después de mediodía.
Tras ser valorado, los cardiólogos señalaron que debía de ser sometido a un cateterismo para el tratamiento de una placa de ateroma.
Aunado a ello, se espera que este jueves por la noche Murillo Karam sea intervenido y si su evolución es satisfactoria podría regresar a la prisión el próximo sábado.
Cabe recordar que esta es la quinta ocasión en que el extitular de la PGR es internado en el hospital para tratar sus problemas de salud tales como EPOC, hipertensión y obstrucción vascular cerebral.
El ex funcionario fue detenido el pasado 19 de agosto y el 24 del mismo mes fue vinculado a proceso por un juez federal en el Reclusorio Norte por desaparición forzada, tortura y delitos contra la administración de justicia derivados de las irregularidades en la averiguación previa del caso Ayotzinapa en la que se construyó la llamada “verdad histórica” que apuntaba a que los 43 normalistas desaparecidos fueron asesinados y cremados la madrugada del 27 de septiembre de 2014 en el basurero de Cocula, Guerrero.
Desde el día de su detención permanece sujeto a prisión preventiva justificada en el Reclusorio Norte, medida que se le impuso pese a que su defensa argumentó su estado de salud para solicitar prisión domiciliaria.
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