• El Presidente de la CNC presenta iniciativa para empoderar a las mujeres del campo y reivindicar sus derechos a la propiedad y al desarrollo.
• El legislador priista lamentó que las políticas públicas discriminen, violenten y marginen a las mujeres y que el PEF 2021, les niegue oportunidades de crecimiento.
La reforma al artículo 37 de la Ley Agraria empodera a las mujeres del campo, porque reivindica sus derechos a la propiedad y al desarrollo, afirmó el dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Ismael Hernández Deras.
Explicó que esta lucha de muchas generaciones de mujeres y organizaciones campesinas, culmina en un criterio jurídico que asegura que la mujer y el hombre son iguales ante la ley, y establece que en el ejido y las comunidades agrarias no puede haber discriminación o exclusión por razones de género.
“Obliga a las directivas de los más de 32 mil núcleos agrarios a reconocer la representatividad de las campesinas y garantiza su derecho a decidir en cada uno de los órganos de gobierno, de cada ejido y cada comunidad”, puntualizó.
El también diputado federal del PRI explicó que los cambios tienen como objetivo poner fin a toda forma de discriminación, y la ley dispone que las candidaturas a puestos de elección que integran el Comisariado Ejidal y el Consejo de Vigilancia, deben conformarse con no más del 50 por ciento de un mismo género. Asimismo, obliga a incluir un 50 por ciento de representantes mujeres en las comisiones y secretarías auxiliares.
“Es un día histórico. Rendimos homenaje a quienes mantienen viva la actividad y la producción de los alimentos de los mexicanos; hay que recordar que de los 28 millones que viven en el campo, solamente el 21 por ciento son mujeres ejidatarias reconocidas”, puntualizó.
El legislador del PRI por Durango lamentó que las políticas públicas discriminen, violenten y marginen a las mujeres y nuevamente el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, las agravie y niegue oportunidades de crecimiento. Las indígenas tendrán un recorte de 68 por ciento en sus recursos, mientras a las productoras rurales, no les etiquetaron un solo peso en programas de desarrollo económico.
“Nuestras campesinas, nuestras indígenas, son las que enfrentan, sin duda, pobreza y marginación grave. A pesar de la difícil realidad que vive el campo mexicano, de las condiciones adversas en el país, el partido en el gobierno no quiso escuchar argumentos para asignar un presupuesto de rescate al sector”, acusó.