Hoy tenemos dos visiones de un mismo país; como si fuera un mar en el que no todos navegamos igual.
Una visión es aquel mar que solamente existe en la mente del ejecutivo, de gente, feliz, feliz, feliz, donde no pasa nada, y todos son exageraciones de sus adversarios; la otra visión es la que tenemos muchos en este país, el de un México que se encuentra en un mar a la deriva, donde el capitán perdió la brújula desde hace tiempo, y decidió someter los mapas a votación, justo antes de terminar su viaje… y la tripulación decidió confiar en el instinto de quien les habló al oído y repartió dinero, y, así, lo que en algún momento fue un poderoso buque hoy no es más que una barcaza al garete.
Al garete, literalmente. El titular del Ejecutivo demolió los contrapesos que le representaban un estorbo, convencido de que navegar sin anclas le permitiría llegar más pronto a su destino: el presidente se equivocó!, aunque ahora festeje, y en su error —con la culpable participación de quienes advirtieron el peligro, pero siguieron apoyando el desatino— nos terminará arrastrando a todos.
El sexenio termina con una transformación profunda, como lo anunció desde el inicio de su mandato: el daño ya está hecho, y las repercusiones de este episodio obscuro de la Historia serán sufridas por generaciones enteras.
Fracasó la oposición, fracasaron los medios. Fracasó la ciudadanía, la que es crítica, la que se ha atrevido a disentir y advertir que fracasó el sistema que construimos sin considerar dique alguno para contener a un gobernante, … pero no tuvo la fuerza para detener ese proceso y menos lo que nos viene cada día porque aquel plan C del que se habló en algún momento, ya es la realidad; y queremos pensar que, aún hay esperanza en que no se convierta en una dura forma de vida de la que nos arrepintamos no haber parado a tiempo su maquinaria.
Fracasamos todos en realidad, incluyendo a quienes hoy festejan creyendo que se alzaron con alguna clase de triunfo,de ese otro México, que cree que porque gano una mayoría que realmente no representa a todos los mexicanos, que legalmente le ha servido y servirá para festinar un triunfo que creo, nos va a amargar la vida a todos en este país. A pasos agigantados vemos esa ola enorme, de decisiones que vamos a lamentar, tiempo al tiempo… aunque en el realidad no queremos eso.
Y porque la reforma al Poder Judicial la lograron, sin reglas de nada, este lunes 23 de septiembre iniciará el proceso electoral para los comicios judiciales de 2025, en los cuales no se podrá utilizar la base de los 300 distritos, como se realiza en las elecciones ordinarias, dado que el Poder Judicial tiene una cartografía distinta, por lo que el INE deberá generar un marco geográfico que sea la base de la organización de la elección.
En tanto, el Consejo de la Judicatura Federal ya se coordina con el Senado para entregarle la información del número de jueces que generarán vacantes y la cantidad de jueces y magistrados que serán sustituidos, para cumplir, así, con el régimen transitorio de la reforma al Poder Judicial. Es decir, a mandar a la guillotina a decenas de juzgadores, sin derecho de audiencia, sin juicio y sin respeto a sus derechos y garantías jurisdiccionales. Ironías de esta vida morena.
El Senado será el encargado de emitir la convocatoria para la elección de juzgadores, para lo cual tiene un plazo de 30 días naturales, los cuales comenzaron a contar desde el pasado 16 de septiembre, cuando entró en vigor la reforma judicial.
A la vista de lo anterior y, muchas otras situaciones similares que irán surgiendo en el futuro, nada parece más evidente que la inoperancia de la reforma impuesta por iniciativa del hombre que está a ocho días de pasar a la historia, -lo cual no siempre es para bien-; y, más importante aún, la oportunidad que representa la inexistencia aún ahora de la legislación secundaria, reglamentaria, que deberá resolver todos y cada uno de los casos que se vayan presentando, si como se afirma, lo que se quiere con ella es que, realmente beneficie a la población y no sólo constituya el arma a través de la cual el Ejecutivo pudo consumar una de sus venganzas más promocionada y disfrutada…
Falacias! Falacias que nos van a salir muy caras en términos de Justicia y progreso para todos en este país!…