En recientes días el Congreso de la Unión aprobó otras reformas a la Constitución, es un precedente histórico que marcará sin duda el rumbo de la República, y sobre todo el destino de los mexicanos en este país… adiós a la progresividad de los derechos ganados en reconocimiento en 2011, adiós a los principios constitucionales a la defensa, a la audiencia y a la o retroactividad… casi me atrevo a decir, adiós al equilibrio de Poderes… consumatum est…
Lo que se aprobó es que la Constitución es la Carta Magna y que lo que esté ahí sea de origen o bien producto de alguna reforma, será intocable y será inimpugnable por medio alguno.
En la práctica, esta maniobra refleja la falta de disposición para razonar, discutir y analizar a fondo una serie de decisiones que impactarán a generaciones futuras.
Sin embargo, estos no parecen ser tiempos de reflexión, sino de imposición, lo cual definirá una etapa en la historia de nuestro país.
Contra esta idea se puede argumentar que el poder Legislativo es un representante de la voluntad popular, pero, no su único depositario ni su intérprete absoluto. como lo han dicho reiterada, pero equivocadamente mucho, que “el pueblo ha dicho, que el pueblo ha mandado”…pero se olvidan que no se gobierna para los que votaron por ellos, se gobierna para todas las personas en este país, y esa si es mayoría, esos legisladores no son el pueblo, y han deshonrado a quienes representan, pues hay quienes ni se han dado por enterados de lo que está pasando en este país ni de lo que se nos viene!
Aunque el Congreso tiene la facultad de realizar reformas, no puede interpretar su papel como un mandato ilimitado para cambiar cualquier aspecto de la Constitución, sino como una responsabilidad de actuar en representación de los intereses y derechos fundamentales de la ciudadanía.
En palabras sencillas diremos que a partir del pasado jueves, no se podría tocar ni por la vía de acción inconstitucional, juicio de amparo o controversia Constitucional, cualquier reforma a la Constitución que se les ocurra hacer! en otras palabras, se cumplirá lo que tanto pregona el presidente del Senado: “nadie está por sobre la Constitución”, a esa decisión le han llamado la “supremacía constitucional” pero lo que no dicen es que representa un gran peligro para quienes vivimos en este país y somos los receptores de esas decisiones… cuando nos restrinjan más nuestras libertades ahí, será cuando nos acordemos que teníamos un medio de defensa constitucional que nos amparaba contra el actuar arbitrario de la autoridad… tiempo al tiempo, lamentablemente…
Y en estricto sentido y aludiendo a la lógica, tiene razón, la Carta Magna de los países democráticos, es el instrumento supremo que representa la cohesión gubernamental de los pueblos, la manera de regirse y de convivir en sociedad.
Esa mal llamada reforma de la “supremacía constitucional” fue producto de un verdadero zafarrancho entre la oposición, Morena y sus aliados, un evento que ocurrió en la madrugada y después de varias horas de ejercicio parlamentario, donde hubo de todo, toma de tribuna, gritos, pancartas, empujones, y obvio, discursos en pro y en contra de esta iniciativa, que a final de cuentas y como era de esperarse, fue aprobada por esa dudosa aún, mayoría.
Curioso que este vendaval se aceleró a raíz de la polémica generada por la jueza Nancy Juárez Salas, cuando pidió bajar la reforma al Poder Judicial del Diario Oficial de la Federación, con el apercibimiento que existe en la propia Ley, que de no cumplir, la presidenta caería en desacato, y a partir de ahí ha sido un ir y venir entre la presidenta y quienes la defienden y quienes defienden la Constitución y la auténtica democracia.
Nos queda claro que la tirania de las mayorías es un riesgo en sistemas democráticos donde se interpreta que el gobierno de la mayoría significa gobierno sin límites. Sin protecciones, como la separación de poderes, los derechos constitucionales, y los mecanismos de control y equilibrio, la mayoría podría tomar decisiones que perjudiquen a grupos minoritarios o vulnerables.
En un contexto donde aproximadamente 36 millones de personas votaron por la actual presidenta, con una participación del 60% del listado nominal de cerca de 98 millones de inscritos, el grupo en el poder busca ahora adjudicarse facultades para imponer su visión del poder en el país.
Esto evidencia que la mayoría que supuestamente los respalda no es tal, ya que solo el 36% del total de votantes en el listado nominal apoyó al partido triunfador.
Las acciones recientes del grupo en el poder pueden interpretarse como intentos de eliminar los contrapesos propios del sistema republicano, buscando así controlar al Poder Judicial y evitar que, mediante el control constitucional, puedan invalidar decisiones gubernamentales.
Inicialmente, argumentaron que el Poder Judicial no tenía facultades para revisar reformas constitucionales; sin embargo, al percatarse de que esto es posible, han promovido una nueva iniciativa para impedir que el Poder Judicial revise las reformas constitucionales aprobadas por el Congreso.
Lo que nació como una supuesta reforma al Poder Judicial, ha continuado en una serie de reformas que han pretendido blindar esa decisión de supuestamente erradicar la corrupción y el nepotismo, sin embargo, ha decantado y creo seguirá en la limitación de derechos ganados con base en sentencias internacionales, tanto que se quiere callar a las voces autorizadas que ayer circuló a nivel no solo nacional sino internacional una imagen brutal: el encapsulamiento y amedrentamiento de una jueza federal y tres acompañantes en las puertas de entrada de un evento internacional, por parte de las fuerzas preventivas de la Ciudad de México, sin advertir y considerar que a la salida de esas mismas puertas, más tarde, los asistentes a ese evento fueron asaltados a punta de pistola y ahí la policía ni sus luces… hoy seguimos escuchando noticas de la situación caótica en Sinaloa, en Chiapas en Guerrero y no se contiene ni se detiene esa violencia, porque quienes deciden en este país, están ocupados destruyendo las instituciones y los derechos para sus gobernados …