Una vez que está por concluir el primer mes en el ejercicio de sus encargos, como diputadas y diputados locales, como suele suceder cada tres años, la nueva Legislatura vive su luna de miel. Las expectativas y la esperanza de que al menos no sea peor que las dos anteriores son muchas. Pocos de estos representantes populares tienen conciencia de lo difícil que será lograrlo, aunque posibilidades, las hay. Sin embargo, por mucho que se quiera otorgar un voto de confianza, los escenarios del alcance de su trabajo son limitados.
El inicio de una Legislatura es lo menos complicado, sobre todo cuando no existe una mayoría aplastante por parte de alguna de las bancadas. En una parte porque, al verse obligados a alcanzar acuerdos para iniciar su trabajo legislativo, tienen que ceder y conformarse de momento con las posiciones que al interior se distribuyen. Y en otra parte, debido a las promesas de que a quienes hoy no les tocó, en otro momento serán compensados.
Por lo pronto, siguen de luna de miel. De quienes llegaron al Congreso, unos por haber ganado en las urnas y otros como beneficiarios de las leyes y criterios para asignar las posiciones plurinominales, Tania Valentina Rodríguez Ruiz, del PT, y Adriadna Barrerra Vázquez, de Morena, son quienes ya tienen conciencia de lo que viene. Como diputadas también en la Legislatura anterior, vivieron la intromisión del Poder Ejecutivo, no sólo por las presiones, primero del equipo de José Manuel Sanz, jefe de la oficina del gobernador, sino después, y con mayor calado, de Ulises Bravo Molina, cuyo papel como voz del mandatario estatal se hizo presente, al comienzo en forma velada y luego de manera abierta. ¿Seguirá siendo Ulises Bravo la voz no oficial de Cuauhtémoc en el Congreso? Y si lo sigue siendo, ¿qué actitud asumirán los legisladores?
Otra de las voces que sonarán, aunque llegó, se diría coloquialmente, por los pelos, a través de la vía plurinominal, es la de Mirna Zavala Zúñiga. Ni duda cabe de que contará con el respaldo del aparato de gobierno, ya que representa la carta fuerte del agonizante PES, para sobrevivir la próxima elección. Si quienes asesoran al gobernador fueran un poquito inteligentes sugerirían relevar a Ulises Bravo como su interlocutor, dejar al secretario de Gobierno, Pablo Ojeda Cárdenas, para la parte formal, legal y protocolaria, y para la política y la negociación al interior del Congreso a Mirna Zavala.
En otra trinchera, Eliasib Polanco Saldívar, también plurinominal, viene ya con las tablas de muchos años en el negocio de la política. Conoce muy bien el funcionamiento de las instituciones parlamentarias y la importancia de hacer un buen papel. Pero tendrá que hacer honor al rol de oposición de su partido político, el PRI. Junto con Alberto Sánchez Ortega, que ganó por elección directa su curul y trae consigo un buen nombre construido en dos ejercicios municipales seguidos, y el tránsfuga Juan José Yáñez Vázquez, que dejó sin representación al partido que lo postuló, Morelos Progresa, para irse al PRI, dirá que sí a todo lo que le pidan, hasta que decida voltear bandera de nuevo.
Los alcances de la nueva Legislatura serán limitados, y lo podremos comenzar a detectar con las posiciones que adopten en la negociación del Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos, tema que comentaremos en una siguiente entrega.
Y para iniciados
Que el ejército regresaría a sus cuarteles y a cumplir con sus funciones constitucionales, eso sostuvo Andrés Manuel, una y otra vez, antes de ser presidente. Que la Guardia Nacional iba a ser civil, fue el argumento del mesías de Macuspana al presentar su iniciativa para crearla. Que no caería en las tentaciones autoritarias que distinguen a lo que él llama la mafia del poder. Pues, el ejército no regresó a sus cuarteles, al contrario. La guardia nacional será reformada para contar con un mando militar, es decir, pasará por completo a ser dirigida por la Secretaría de la Defensa Nacional. Y como broche de oro, que nadie cuestione si está en lo correcto o no o proponga algo diferente a lo que él quiere, porque de inmediato será descalificado, como en cualquier gobierno autoritario. ¿Y usted, cómo la ve?
¡Que tenga un excelente día!
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